Tiramos toneladas de alimentos mientras 820 millones de personas no tienen para comer. Por un mundo con #HambreCero
Actualmente podemos acceder a alimentos más seguros para el consumo dado que ahora contamos con un consolidado y riguroso sistema de seguridad alimentaria (algo que hace años no sucedía). Pero a pesar de ello, nuestra alimentación no es saludable y, aunque la mayoría de la gente tenga la percepción de que come mucho, lo cierto es que comemos poco y mal.
Esto sucede porque no seleccionamos bien los alimentos, y los pocos que comemos por lo general cuentan con muchas calorías que no cubren nuestras necesidades alimenticias. Son pobres en nutrientes y contribuyen al aumento del peso, un hecho que preocupa a los expertos en salud y nutrición que alertamos constantemente sobre el problema del sobrepeso y de la obesidad.
Obesos aquí y hambre allá
Paradójicamente, al mismo tiempo que el desperdicio alimentario ha aumentado en los últimos años considerablemente, se estima que 820 millones de personas en el mundo no tienen alimentos para comer. ¿Alguna vez has pensado qué porcentaje de la comida producida en el mundo no llega a ningún plato? Este vídeo te resolverá esta incógnita.
Entonces, ¿Qué sucede?
Ante estas realidades, primero no podemos confundir que un alimento sea seguro, desde el punto de vista sanitario, con que sea saludable. Los sistemas de seguridad alimentaria previenen los riesgos alimentarios asegurando la inocuidad y salubridad de los alimentos que consumimos, pero no tiene por qué ser sanos.
Por otra parte, lo que comemos impacta mucho en nuestra vida, influye en cómo uno se siente, en el rendimiento físico e intelectual, en la salud y también en cómo uno se mueve y en el planeta.
Por lo que es muy importante contar con las herramientas necesarias para autocontrolarse en el momento de hacer las compras, seleccionando los alimentos que hacen bien y nos ayudan a estar sanos.
Pero no debemos olvidar que no todos tenemos acceso a los alimentos, sanos y seguros. ¡820 millones de personas sufren escasez de alimentos!
Por ello este año el lema utilizado en el marco del día mundial de la alimentación por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es “Una alimentación sana para un mundo #hambre cero”
Hambre cero significa tener suficientes alimentos nutritivos para todas las personas en todas partes del mundo. Para garantizar una alimentación sana para todos por igual es necesario ponernos en acción.
Ideas de la FAO para poner en acción
1. Opciones alimentarias: Consultar guías alimentarias de nuestro país para recibir consejos sobre cómo asegurarse de obtener nutrientes suficientes para estar sano y prevenir enfermedades crónicas.
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2. Alternativas para el planeta: Pensar en el medio ambiente, reduce tu huella (de carbono) alimentaria. ¿Cómo? En el momento de elegir nuestros alimentos debemos considerar el impacto ambiental de esos alimentos que comemos, ya que por ejemplo la producción de algunos alimentos requiere más recursos naturales que otros, como el agua.
Otra forma es evitando comprar alimentos que tengan cantidades excesivas de embalaje, o conservar adecuadamente los alimentos para evitar desperdicios, también optar por comprar alimentos locales y de estación.
3. Estilo de vida: Come en compañía, es importante para su salud y la de tus hijos. Los investigadores han relacionado esto con tasas más bajas de obesidad y trastornos de la alimentación en los jóvenes.
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Aprender a leer etiquetas, ya que el desperdicio del consumidor a menudo es causado por una mala compra y planificación de comidas, compras excesivas, confusión sobre las etiquetas y sus fechas de vencimiento, por ejemplo.
Todo esto mejorará nuestro uso de los recursos naturales, y contribuirá directamente a reducir las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) por unidad de alimentos consumidos.
También es aconsejable realizar a diario al menos 30 minutos de actividad física, buscar recetas sanas y cocinar más en casa.
Estas son solo algunas ideas, lo importante es ponerse en acción cuanto antes, para poco a poco ir cambiando esta realidad, y que el próximo título para el día de la alimentación sea: ¡Comemos y no desperdiciamos nuestros alimentos seguros y saludables!