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Abiy Ahmed, el Nobel de la Paz que fue mediador entre cristianos y musulmanes

NOBEL PRIZE
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Macky Arenas - publicado el 11/10/19
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El primer ministro de Etiopía, galardonado este viernes por el Comité Noruego del Nobel, y su curioso rol como mediador interreligioso

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Difícil que un gobernante en ejercicio se lleve un Nobel de la Paz. No obstante, en este caso ha sido para Abiy Ahmed Ali, primer ministro de Etiopía. Si había un conflicto que ya era un quiste en África Oriental era la permanente tensión limítrofe que involucraba a Eritrea y Etiopía.

El galardón, fallado este viernes por el Comité Noruego del Nobel, le llega por “sus esfuerzos para alcanzar la paz y cooperación internacional, y en particular, por su decisiva iniciativa para resolver el conflicto con la vecina Eritrea”.

 

De “Abiyot” a promotor de paz

Desde el 2 de abril del año pasado ejerce el cargo de primer ministro.  Este ingeniero informático, militar, político y estadista etíope, es presidente del Partido Demócrata Oromo (ODP) y líder del Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF). Es el primer representante de la etnia mayoritaria del país en ejercer la jefatura del gobierno de Etiopía.

Su padre, Ahmed Ali, es un Oromo musulmán, mientras que su fallecida madre, Tezeta Wolde era una cristiana ortodoxa amhara. Al nacer, lo llamaron “Abiyot” que significa Revolución en lenguaje amárico. Era el nombre preferido de los padres para sus hijos una vez que la revolución etíope había derrocado a la tiranía e instalado un régimen comunista.

Se doctoró en Filosofía (PhD) en el Instituto para Estudios de Paz y Seguridad, de la Universidad de Addis Abeba. Hizo su trabajo de doctorado con un trabajo titulado “El capital social y su papel en la resolución de conflictos tradicionales en Etiopía: el caso del conflicto interreligioso en el estado de la zona de Jimma”. También fue a la Escuela de Negocios de la Universidad de Greenwich, Londres.

Como adolescente y a principios de 1991, se unió a la lucha armada contra el régimen marxista-leninista de Mengistu Haile Mariam después de la muerte de su hermano mayor.

De oficial de inteligencia a mediador interreligioso

Después de la caída, tomó entrenamiento militar formal de la Brigada Assefa en West Wollega y fue destinado allí. Su puesto militar estaba en inteligencia y comunicaciones. Más tarde se convirtió en soldado en la actual Fuerza de Defensa Nacional de Etiopía en 1993 y trabajó principalmente en el departamento de inteligencia y comunicaciones. En 1995, después del genocidio ruandés, fue enviado como miembro de la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz (UNAMIR), Kigali, Ruanda.

Se convirtió en un importante mediador interreligioso después de una cruda experiencia intentando mantener la paz en  su ciudad natal de Beshasha, donde él, como oficial de las Fuerzas de Defensa, tuvo que abordar una situación crítica de enfrentamientos interreligiosos entre musulmanes y cristianos que causaron varias muertes. Luego, como miembro electo del parlamento, tomó un papel proactivo en el trabajo con varias instituciones religiosas y ancianos para lograr la reconciliación. Posteriormente creó un foro titulado “Foro religioso por la paz”, como resultado de la necesidad de diseñar un mecanismo de resolución sostenible para restablecer la interacción pacífica entre la comunidad musulmana y cristiana en la región.

Defensor de la promoción de la mujer

Ha encabezado un amplio proceso de reforma política, social, y económica, desde la liberación de más de 7.600 prisioneros considerados presos políticos solo en la Región de Oromía (más otros 575 detenidos a nivel nacional) y el retorno de varios dirigentes opositores exiliados. Propone una reforma constitucional para aliviar las tensiones raciales e impulsa  la participación de la mujer en la política etíope. Abiertamente, busca una transición progresiva hacia una plena democracia multipartidista.

El quiste tenía dos décadas

Un conflicto fronterizo con Eritrea se encontraba estancado desde el año 2000.  Un quiste que no sólo logró extirpar sino que también consiguió el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países el 8 de julio de 2018. No contento con eso, auspició la destacada participación para su país en la resolución de la guerra civil persistente en la vecina Sudán del Sur, ofreciendo a Etiopía como sede para las conversaciones de paz.

Ya para principios de 2018, después de varios años de disturbios en Etiopía, muchos observadores de la escena etíope consideraban a Abiy como los políticos más populares para las mayorías dentro las comunidades etíopes. Pero a pesar de esta calificación favorable, los jóvenes pedían una acción inmediata sin demoras para traer un cambio fundamental y libertad a la Región de Oromia y Etiopía; de lo contrario, el descontento aumentaría. El sagaz estadista, Abiy Ahmed Ali, supo percibir que la gente pedía una retórica diferente, con una discusión abierta y respetuosa en el espacio político para permitir el progreso en la civilidad y ganar a las personas para la democracia en lugar de presionarlas.

El inteligente oficial de inteligencia del ejército etíope fungió como Ministro de Ciencia y Tecnología entre 2015 y 2016 antes de llegar al cargo de Primer Ministro, hoy galardonado con el Premio Nobel de La Paz 2019.


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