Haizea hizo un trabajo sobre bullying y creyó que este banco era una forma positiva de luchar contra el acoso escolar.
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Haizea significa viento en vasco y es el nombre de una alumna del colegio Fernando de Rojas de Burgos (España). Su iniciativa ha soplado con fuerza en las redes sociales y ha llegado a miles de personas en pocos días.
La niña hizo un trabajo el curso pasado sobre bullying (acoso escolar) y, fruto del estudio, conoció el caso de la pequeña Acacia Woodley, que en su colegio de Estados Unidos promovió la instalación de un banco de la amistad en 2013.
Aleteia fue uno de los medios de comunicación que habló entonces de la pequeña:
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Acacia nació sin una de las manos y con solo dos dedos en la otra, y por esta razón había padecido rechazo por parte de otros alumnos.
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¿Quieres jugar conmigo?
El banco de la amistad de Acacia Woodley movió a Haizea Cozar a hacer algo por los niños y niñas que puedan sentir acoso. En junio escribió una carta a la directora del colegio: «Hola Ana, me gustaría que haya un banco de la amistad en el patio. Tiene que ser de colorines y un cartel que ponga ‘banco de la amistad’ para quien se sienta solo siente y alguien que le vea sentado le pregunte: ¿Quieres jugar conmigo?». El papel iba con un dibujo-propuesta.
Las redes ayudaron a expandir la iniciativa
Silvia Velasco, ayudante técnico educativo de este centro escolar, colgó en las redes la carta de Haizea, y el éxito de la iniciativa no se hizo esperar. Incluso Unicef llegó a colocarla en su perfil de Instagram, que tiene más de 136.000 seguidores.
A comienzos del nuevo curso escolar, Haizea regresó al cole (ahora hace 5º de Primaria) y una mañana pudo ver que ya estaba instalado el banco de la amistad.
Resulta muy reconfortante ver que las ideas positivas se distribuyen por todo el mundo gracias al impacto de las redes sociales y la propuesta de una niña en favor de la inclusión y contra el bullying puede hacer mella en padres, educadores y niños en poco tiempo.
Como respuesta, han aparecido imágenes de otrso colegios donde ya está instalado un banco de la amistad.
Aleteia se hizo eco también en 2018 del caso de Samantha Vance, una niña de 9 años de Indiana (EE. UU.) que había reunido tapones de plástico para que se pusiera un banco de la amistad en su colegio.
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