¡Hagan algo por Khaseen! Pero no, nadie hizo nada ni hace nada ahoraNueva York fue testigo, una vez más, del “efecto espectador”, conocido desde el 13 de marzo de 1964 como el “efecto Genovese”.
Catherine Susan Genovese, conocida como Kitty Genovese, fue una mujer de Nueva York apuñalada hasta la muerte, cerca de su casa en Kew Gardens en el condado de Queens, Nueva York.
Mas de una docena de vecinos fueron testigos de su suplicio por parte de un tipo afectado, Winston Moseley, pero no hicieron nada para detenerlo, ni para llamar a la policía.
Las posibilidades son diferentes
Sin embargo, cuando sucedió lo de Kitty Genovese no había el escrutinio público que existe ahora con los teléfonos móviles. La nueva era del “efecto espectador” podría llamarse el “efecto Khaseen”.
La historia detrás de la muerte a puñaladas del adolescente de 16 años, Khassen Morris el pasado 16 de septiembre en el condado de Nassau, Nueva York, apenas si comienza a conocerse.
Khassen murió apuñalado en el pecho por un joven violento, apenas dos años mayor, llamado Tyler Flach, mientras medio centenar de jóvenes grababan la escena sin ayudarle, ni hacer otra cosa que seguir grabando.
Nadie pidió auxilio ni llamó a la policía
Según algunos testigos, la riña se suscitó en el estacionamiento de una pizzería en un centro comercial del condado de Nassau. Parecía, dicen, una riña “normal” por una chica. Hasta que Flach sacó un cuchillo y mató Khassen.
Un par de semanas más tarde, Flach fue arrestado y al presentarse ante el juez – se le acusa de asesinato en segundo grado – se declaró “inocente” de los cargos que se le imputan.
Las pruebas están en los teléfonos móviles del medio centenar de chicos (algunos hablan de hasta setenta) que presenciaron el asesinato y que, según ha dicho el detective que lleva el caso, Stephen Fitzpatrick, “se quedaron ahí”. Nadie habló a la policía ni pidió auxilio.
El caso sigue abierto
En efecto, lo más que hicieron fue “colgar” el video en sus muros en los que se puede ver la sangre saliendo a borbotones del pecho de Khaseen, quien murió momentos más tarde, después de ser trasladado al hospital.
Flach ya había dado pistas de que era un tipo violento, desequilibradamente violento. Cinco meses atrás del asesinato de Khassen había atacado a un joven de 15 años de edad y tan solo fue acusado de “agresión a un menor”.
Como el caso sigue abierto y la policía puede inculpar a otras personas en la muerte de Khassen, el agente Fitzpatrick ha pedido a los testigos que den un paso al frente y les faciliten cualquier vídeo que tengan en su poder.
Mientras sus amigos mueren, ustedes los graban
El agente de la policía del condado de Nassau ha elevado la voz, seguro que todos los implicados se conocían, exclamando: “¡Hagan algo por Khaseen!” Es decir, entreguen las pruebas que puedan inculpar a Flach y a sus cómplices.
“Sus amigos están muriendo mientras están ahí parados y grabándolos en vídeo. Es indignante”, dijo el agente Fitzpatrick. “No sé qué pensar de esto”, añadió, haciéndose eco de la indignación que recorre el condado de Nassau y a Nueva York en su conjunto.
Sin embargo, hasta el momento, nadie ha dicho nada, ni ha mostrado más videos que los que subieron a las redes sociales (seguramente borrados de inmediato). Se quedaron ahí, mirando. Es el nuevo “efecto Genovese”; el “efecto Khassen”.
Con información de El País