Aunque se presenta como problema local, la situación del centro de atención sanitaria pone en jaque a los miles de migrantes (en su mayoría neonatos y embarazadas) que encuentran en la frontera colombiana.
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La deuda derivada de la atención a migrantes en el Hospital Universitario Erasmo Meoz supera los 60.000 millones de pesos, unos 20 millones de dólares, de acuerdo con autoridades del ente sanitario que brinda atención a miles de venezolanos en la frontera.
La crisis financiera podría implicar el despido de al menos dos cientos funcionarios, lo que llevó a la conformación de una mesa técnica que incluye a funcionarios del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, en busca de soluciones urgentes al caso.
Según la prensa local, el director Juan Agustín Ramírez explicó que es necesario llevar a cabo una indagación en cuanto al planteamiento del Instituto Departamental de Salud (IDS) para no ejecutar el desembolso de 19.000 millones de pesos que el gobierno de Iván Duque aprobó en agosto.
De acuerdo con La Opinión (Cúcuta), “la petición la hizo Ramírez durante la reunión de junta directiva de la institución, con asistencia de Alonso Toscano, en representación de la Gobernación de Norte de Santander, y Alonso Vellojín”, por el Instituto Departamental de Salud (IDS).
Clave para la atención de venezolanos
“Como no hay acuerdo entre el IDS y el hospital sugerí esta mesa técnica para dilucidar cuáles son las dificultades que tiene el instituto para girar el dinero”, dijo Ramírez según publica el rotativo.
El IDS sostiene que están auditando las cuentas entregadas por el Erasmo Meoz, pero no han concluido la revisión (…) No es un traslado simple. Es un proceso de auditoría. El dinero no incluía la administración “de ese recurso y allí es donde el IDS ha tenido dificultades”, dijo el delegado del IDS, reseñó el medio cafetero.
El hospital universitario Erasmo Meoz es clave para la atención de venezolanos en la frontera, según ha podido constatar Aleteia. En esa institución gubernamental, seis de cada diez bebés que nacen son hijos de padres venezolanos.
Además, los funcionarios que brindan atención a 60 criollos diariamente en la casa de paso “Divina Providencia” corresponden a esa institución.
A principios de este año, un hallazgo de la Universidad Javeriana advirtió que más del 20% de los niños que ingresan a la Unidad Intrahospitalaria de Pediatría (UIP) del Hospital presentan desnutrición aguda y crónica.
Un porcentaje muy alto si se lo compara con el tope de 17% registrado en el caso venezolano (en Zulia), de acuerdo con cifras documentadas por Cáritas nacional, algo que según la directora de la organización de acción social de la Iglesia obedece a que en las comunidades fronterizas “está llegando principalmente gente pobre y vulnerable”.
Investigadores universitarios piden diálogo
En medio de la crisis, agudizada por las cada vez más intensa escalada de tensión entre el gobierno de Iván Duque y el de Maduro, desconocido por el primero como mandatario de Venezuela, intelectuales y académicos impulsan mencanismos de diálogo para buscar salidas a la crisis en la frontera.
Se trata de los autores del documento “Fronteras en Alerta: ¿qué viene para Cúcuta y el Catatumbo?”, el cual fue presentado en la Universidad Francisco de Paula Santander (Ufps), en el marco de un evento denominado “Ruta País”.
En un panel organizado por la Cámara de Comercio de Cúcuta, los empresarios cafeteros manifestaron su decisión de trabajar fuerte por la recuperación del mercado binacional. Pero también presentaron un diagnóstico acerca de la seguridad y migración en la zona.
El foro es inédito. Sirvió como estructura de investigación para que que siete universidades, públicas y privadas, se unieran al elaborar un examen integral focalizado acerca de la problemática local.
El estudio incluye a investigadores de la la Universidad Simón Bolívar, la Universidad del Rosario, la Universidad Libre, la Universidad de Pamplona, la Universidad de Santander y la Universidad Francisco de Paula Santander.
Al respecto, el rector del Rosario, Alejandro Cheyne, dijo que las universidades están listas a trabajar en la construcción de una agenda para la región, reseñó el diario colombiano El Tiempo.
Mientras que el rector de la universidad Francisco de Paula Santander, Héctor Miguel Parra, hizo votos por los “procesos de educación para la paz”; así como por la “recomposición de la institucionalidad en la frontera”, recoge el medio neogranadino.
Aunque aseguran que “el gobierno binacional” con Venezuela no se ha acabado, coinciden en que desde la capital colombiana se deben hacer grandes esfuerzos en el sentido de impulsar procesos de asociación y consolidación a la empresa productiva regional.
“El más alto nivel de desempleo”
De acuerdo con el estudio, “Cúcuta es la segunda ciudad con tasa de desempleo más alta del país”, según indicó a prensa local la docente Jazmine Manzano, de la Universidad de Pamplona.
Recuerdan sin embargo que quienes llegan no son sólo los migrantes venezolanos sino la población de “retornados”; es decir, colombianos que en el pasado dejaron el territorio nacional -muchas veces huyendo de conflicto armado- pero regresaron debido a la crisis en Venezuela.
No obstante, los datos de Cúcuta contrastan con los presentados por Héctor Santaella, presidente ejecutivo de su Cámara de Comercio, quien dijo que en Norte de Santander “hemos logrado detectar un crecimiento de creación de empresas entre un 25% y un 30% por año, lo que demuestra que es posible el crecimiento”.
El informe también destaca que “la migración no es el único problema en Norte de Santander”, sino “la presencia de múltiples grupos armados y los cultivos ilícitos”, que mantienen a municipios como Tibú y Hacarí “en una situación compleja”.
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