Este santo, de orígenes escoceses, fue de los primeros en denunciar la decadencia en el clero británicoGildas probablemente nació en el área del valle inferior de Clyde en Escocia y aún joven se mudó a Gales, y entró como monje en Llanilltud Fawr, el monasterio fundado un siglo antes por san Iltud en la costa sur de Glamorgan. También es posible que se haya casado primero y luego haya quedado viudo. Conocido con el título “el Sabio”, se convirtió en un elemento importante en la vida monástica de Gales, contando entre sus discípulos algunos importantes monjes irlandeses, entre ellos probablemente también san Finniàn de Clonard.
Una acusación
Parece que visitó Irlanda, manteniendo sucesivamente una correspondencia con algunos monasterios irlandeses que pedían su consejo. Vivió también en la isla de Flatholm en el canal de Bristol, donde podría haber escrito su De Excidio et Conquestu Britanniae como también haber copiado un misal para san Cadoc, el maestro de Finniàn. Pasó sus últimos años de vida en Bretaña, viviendo durante un tiempo como ermitaño en una isla en el Golfo de Morbihan (al sur de la costa bretona, al este de la península de Quiberon).
Ahí fundó un monasterio que se volvió luego el centro de su culto; la isla es todavía conocida como l’lle aux Moines. En este periodo Gildas recorrió Bretaña y también viajó a Irlanda. La fecha de su muerte se sitúa en el 554, aunque generalmente se prefiere una fecha posterior, alrededor del 570; la cronología es complicada debido a la hipótesis de homonimia con otro personaje, fomentada por algunos.
El De Excidio Britanniae es una acusación contra la decadencia de los gobernantes y eclesiásticos, y atribuye la culpa de la victoria de los invasores anglosajones a la vida escandalosa que llevaban los bretones.
“Historia lacrimógena”
Definida por Beda un sermo flebitis, una “historia lacrimógena”, y acusada de ser una mera “jeremiada”, esta obra revela en cambio una verdadera fuerza retórica, inspirada en los textos de denuncia del Antiguo y Nuevo Testamento: no fue escrita como obra histórica sino para dar a conocer “las miserias, los errores y la ruina de la Bretaña”.
El nuevo Martirologio Romano dice que Gildas escribió, plorans populi sui calamitates, increpansque principum et cleri pravitatem (llorando por las calamidades que cayeron sobre su pueblo y acusando a los gobernantes y al clero de su depravación) Gildas muestra ser un hombre culto, experto en Virgilio, Ignacio de Antioquía y las Escrituras y también un moralista de gran fuerza.
San Gildas (500-572) es autor de un texto titulado Lorica, que contiene, entre otras cosas, una invocación a los ángeles, que pone en evidencia cuán avanzado era el conocimiento sobre las jerarquías angelicales por parte de los evangelizadores.
“Oh Unidad, ayuda la Trinidad,
Oh Trinidad, ten piedad de la Unidad:
les imploro que me ayuden, que estoy en peligro
como si estuviera en altamar.
Para que la mortalidad
Que es rampante este año
Y la vanidad del mundo
No me lleven consigo,
pido a las sublimes Virtudes
de la milicia celestial
que no me abandonen a los enemigos
para ser destrozado,
sino que me defiendan con armas poderosas
y que me precedan en las filas de la milicia celestial: Querubines, Serafines, Miguel y
Gabriel, con miles otros iguales a ellos.
Ruego a los Tronos vivientes, los Arcángeles,
los Principados, las Potestades, los Ángeles
para que, al defenderme en la espesas filas,
yo tenga la fuerza para destruir a mis enemigos.
Imploro además a todos los demás combatientes,
los cuatro Patriarcas, los Profetas cuatro veces,
los Apóstoles, proas de la barca de Cristo,
y todos los Mártires, atletas de Dios.
Para que gracias a ellos la salvación me cerque
Y aleje de mí todo mal”.