Desde hace siglos, se han usado con carga simbólica en el arte; y en la época victoriana, las flores servían para dar mensajes ocultos según su tipología
Desde el bouquet hasta la decoración… las flores son una parte muy importante de la celebración de cualquier boda y también en el catolicismo por su conexión con la Virgen María. Son analogía del amor y la nueva familia que florece. Y aunque es válido escogerlas por lo estético, ¿por qué no hacerlo también por lo que representan o la historia detrás de ellas?
No te pierdas la galería: descubre lo que significa cada flor y su «conexión» con la Virgen María
1. Rosas: Es una de las flores con mayor simbolismo en el catolicismo. La flor mariana por excelencia. Su belleza y rico aroma recuerdan al Paraíso, pero también tiene espinas, haciendo alusión a los pecados que cometemos los hombres en la Tierra. Por eso a la Virgen María se le llama “la Rosa sin espinas” y se reza el rosa-rio, porque ella fue exenta del Pecado Original. Cuando son blancas son sinónimo de pureza y rojas son símbolo de amor puro.
2. Calas: Aunque pueden venir en varios colores, la blanca es la más usada por su elegancia. Desde tiempos greco-romanos, el delicado exterior representa la castidad mientras que su pistilo hace alusión a la fertilidad y la ilusión de tener hijos. Igualmente, se asocia la cala con la vida, por eso también es común su uso en Semana Santa para conmemorar la Resurrección de Jesús.
3. Tulipanes: Aunque para los calvinistas “tulip” (el nombre de la flor en inglés) sirve de acrónimo para sus cinco puntos, esta flor es de origen persa. Cuenta una leyenda que había un joven príncipe llamado Farhad que estaba enamorado de Shirin, una de sus doncellas. Un día llegó a sus oídos el rumor que había sido asesinada y él se montó en su caballo y galopó hasta el acantilado más alto y saltó. De su sangre, brotaron tulipanes rojos y por eso los asocian con el amor eterno.
4. Lirios: Es otra de las flores que denotan pureza, inocencia y virginidad. Está muy presente en la Biblia. Muchos artistas renacentistas pintaron al Arcángel Gabriel dándole un lirio blanco a la Virgen en la escena de la Anunciación o colocando esta flor entre ellos en una vasija.
5. Margaritas: Aunque muchas veces se habla de “deshojar la margarita” en cuestiones de amor, también es una flor que se asocia a la Virgen por su belleza y sencillez. Asimismo, en muchas pinturas de finales del siglo XV se utilizaron las margaritas en escenas de la Adoración para representar la inocencia y dulzura del Niño Jesús.
6. Peonías: Aunque no se dan todo el año y pueden llegar a ser costosas, su enorme volumen y la intensidad de sus colores (particularmente las rosadas) son más que atractivas a la vista y son sinónimo de romance. Son típicas de Asia y en la antigüedad se consideraba que sus raíces tenían propiedades curativas, por los que muchas las asocian con un “amor sano”.
7. Jazmín de Madagascar: En la época victoriana, esta flor significaba felicidad marital, así que era común que la usaran las novias o se le regalara a una pareja en problemas.
8. Vinca menor: Hay unas que tienen un color violeta azulado y son perfectas por dos razones: tanto porque recuerdan a la vestimenta de la Virgen, como por aquello de “llevar algo azul” para la buena fortuna (una tradición que viene desde Gran Bretaña).
9. Calceolaria o capachito: Esta colorida especie (suele ser amarilla o naranja) florece en primavera y es típica de la región de los Andes. Además de ser diferente y denotar mucha alegría, tiene una gran curiosidad: es llamada “zapatito de la Virgen” porque dice una leyenda que floreció al ser tocada por el pie de María.
10. Gardenias: En la época victoriana, donde se usaban mucho las flores para dar mensajes secretos, las gardenias significaban: “Eres adorable”. Además, no sólo son perfectas para el bouquet de las novias, sino que también hacen un lindo botonier para el novio con sus hojas verdes.