Por quinta ocasión consecutiva el prelado venezolano Mario Moronta se vistió de payaso para compartir enseñanzas y alegrías con los niños y sus familiares, en el marco de la fiesta por los 409 años del Santo Cristo de La GritaLa jovialidad y cercanía de pastor y amigo que caracterizan a monseñor Mario Moronta con los feligreses venezolanos, contrastan con la contundencia de los mensajes que en los últimos años ha lanzado al régimen de Nicolás Maduro por la crisis sin precedentes generada en Venezuela. Sin embargo, desde que en el año 2014 fue consgrado el santuario del Santo Cristo de los Milagros, en La Grita (Táchira), el prelado ha usado una manera distinta para llevar el mensaje de esperanza a la población infantil y sus familiares.
El obispo de San Cristobal y primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, conoce muy bien las estrategias para evangeliza de acuerdo a los nuevos tiempos, adaptando el mensaje de Jesucristo a los niños. Y vaya manera: ¡vestido de payaso!
Así lo hizo nuevamente el domingo 4 de agosto en el marco de los 409 años del Santo Cristo de la Grita, la talla también conocida como “El Cristo de Rostro Sereno”, y que ha deparado infinitos milagros ante los ruegos de los creyentes. Es que la devoción al Santo Cristo de La Grita no solo se vive en el estado Táchira, también se ha proyectado hacia toda Venezuela, incluso más allá de la frontera, y cada 6 de agosto reúne a miles de devotos.
Nuevos métodos de evangelización
Desde hace cinco años la celebración es dedicada días antes a los niños, niñas y adolescentes. Esta vez fue la quinta ocasión en que el prelado usó la divertida forma de vestirse de payaso para llevarles un mensaje de alegría, solidaridad y esperanza. Moronta cantó, bailó y compartió con ellos, usando nuevos métodos para dejarles el mensaje de fe.
“La actividad se cumplió en el patio techado del Santuario Diocesano en La Grita, el domingo 4 de agosto por la tarde, donde el obispo acompañado de los jóvenes de la pastoral universitaria recrearon a los niños con cantos y catequesis dinámicas”, confirmó a Aleteia el sacerdote y periodista Johan Pacheco, director de la oficina de prensa diocesana.
Explicó que luego peregrinó con los niños hasta el interior del templo para rezar ante la imagen del Santo Cristo, donde además los presentó y bendijo. “Santo Cristo protégenos a nosotros y ayúdanos a ser como tú, y hacer siempre tu voluntad. Santo Cristo te queremos mucho, Santo Cristo, protege nuestro país. Santo Cristo llénanos de alegría para seguir caminando contigo”, imploró monseñor Moronta junto a los niños y sus familiares.
“Hacia el final de la actividad el obispo de San Cristobal tomando entre sus manos a una niña recién nacida, la levantó y trazó una cruz sobre todos, pidiendo por el respeto a la vida y el cuidado de los niños en la sociedad venezolana”, acotó el presbítero y periodista.
¿Por qué monseñor Moronta viste de payaso?
Pacheco explicó que hace cinco años, con motivo de la inauguración del Santuario del Santo Cristo de La Grita, monseñor Mario Moronta se comenzó vestir de payaso ante la petición que le presentó un grupo de feligreses, con el objetivo de brindarles alegría y formación a los niños y sus familiares. “Lo hace para compartir la alegría del Evangelio, pero la actividad sirve al mismo tiempo para impartirles catequesis a ellos, a sus padres, familiares y demás fieles”, aseguró Pacheco a través del hilo telefónico a Aleteia.
“Los padres y los niños quedan muy motivados con la actividad, prestan atención a las enseñanzas y las hacen parte de sus vidas; y siempre buscan la manera de fotografiarse para tener esos bellos recuerdos”. Es un momento en que el obispo se observa muy alegre, canta, juega y comparte con los niños y sobre todo les motiva a orar frente al Santo Cristo.
“Para nuestro obispo es una oportunidad de brindarles alegría y esperanza a los niños y sus familiares en medio de las dificultades por las que atraviesa el país, como la falta de comida y medicamentos, además de los problemas en el sistema educativo”, consideró el sacerdote tachirense. “Nuestro obispo se acerca a ellos con su traje de payaso para hacerlos sonreír y llevarles ese mensaje de la alegría del Evangelio que nos entrega el Papa Francisco”, acotó.
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