Representantes de Maduro y Guaidó se reúnen “en la búsqueda de una solución acordada y constitucional”, bajo auspicio de Noruega. Especialista en estudios de resolución de conflictos, Leiv Marsteintredet analiza con Aleteia los complejos escenarios para Venezuela
Con tiempo en contra, merma en la popularidad y un desplome en su poder de convocatoria parte el equipo de Juan Guaidó para Barbados en busca de un acuerdo con representantes de Nicolás Maduro, sobre quien pesa el asesinato en custodia del capitán Rafael Acosta Arévalo y el contundente informe de la Alta Comisionada de los DDHH de la ONU.
La nueva tentativa de diálogo y negociación promovida por Noruega parte con las patas cojas, asediada por el escepticismo ante el agravamiento de la crisis humanitaria compleja en Venezuela.
Además, será “muy difícil que se logre un acuerdo, y no estoy convencido de que los cambios del último mes y medio sean suficientes para que Barbados sea diferente a Oslo”, explica desde Noruega: Leiv Marsteintredet, investigador de la Universidad de Bergen, experto en fenómenos políticos y especialista en estudios de resolución de conflictos.
En conversación exclusiva con Aleteia, el especialista recordó que “Barbados había salido como una alternativa antes también”, y estimó que “es más fácil para ambas partes que ir a Noruega, especialmente si son reuniones que sólo duran unos pocos días”.
“Antes Noruega organizó conversaciones en Cuba (para las negociaciones de Colombia), pero es posible que, por ejemplo, la oposición no se sienta cómoda ahí, considerando el claro apoyo de Cuba a Nicolás Maduro”.
¿Qué puede ofrecer Juan Guaidó en este particularmente complejo escenario?
-Es complicado ver qué puede ofrecer Guaidó. Con el reporte de Bachelet (y la muerte de Acosta), y con los cambios en la esfera internacional (pleno apoyo de Estados Unidos, Unión Europea, y parcialmente Rusia) a las negociaciones, es posible que haya un cambio del lado del régimen de Maduro que fortalezca la posición de Guaidó.
Sin embargo, todavía es difícil ver que vayan a lograr un acuerdo que satisfaga a la oposición, la cual demanda cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, ya que eso significaría la salida de Maduro.
Veo que la oposición aumenta levemente la presión también con pasar el TIAR en la Asamblea Nacional, y Guaidó en su pronunciamiento sobre las negociaciones no sólo repite las condiciones para negociar sino que agrega que dadas las condiciones en el país (citando a Bachelet): no se puede negociar por mucho tiempo.
El problema de Guaidó, la oposición y la población venezolana es que no tienen ellos el poder de forzar un acuerdo.
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Considerando que sólo le quedan algunos meses de presidencia parlamentaria a Guaidó, cree que podría aceptar elecciones? ¿Cuáles serían en su opinión los escenarios? Y si la salida acordada fuese electoral, ¿cuáles cree que serían las condiciones para llevar a cabo un proceso comicial en estos momentos en Venezuela?
-Bueno, obviamente el tiempo para Guaidó se está acabando, cosa que saben todos y que pueda influenciar en todos los lados del conflicto. Creo que Guaidó podría aceptar elecciones, pero no sin observación internacional obviamente, y muy difícil con Maduro siendo presidente.
El problema para la oposición de ir a elecciones con Maduro presidente sería convencer a la gente que “esta vez será diferente” y que además saldría de las negociaciones para los ojos de muchos, como débil y perdedor.
Nicolás Maduro y su gente saben esto. Por lo tanto, creo que el regimen transitorio y definir quién formara parte de este es uno de los puntos más difíciles. Sobre amnistía, el hecho de organizar elecciones (para el Parlamento y la Presidencia) creo que negociar un acuerdo sería más fácil.
Al final del día, sin la presión internacional, que ahora parece más coherente que cuando comenzaron las negociaciones, y también a escala nacional, no hay fuerzas que puedan sacar -vía negociación- a Maduro del poder.
En este marco, destacan las liberaciones de presos políticos (algunos emblemáticos, como la jueza Afiuni y el comunicador Bitar), amén de otros “políticamente importantes” para la diplomacia de Iván Duque, como los 59 colombianos, tras el informe Bachelet (ONU)… ¿Cree que sea suficiente para bajar impacto al asesinato del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo y el arrebato de los ojos de Rufo Belandria durante su protesta por gas doméstico en Táchira?
-Es complicado ver o saber si los cambios de las primeras rondas para hoy harán alguna diferencia. Personalmente dudo que los cambios que hemos visto sean suficientes para que Maduro acepte salir del poder. Pero claro está que la situación aguda de la población que cada día se pone peor, también hace más difícil a Maduro sostenerse en el poder.
Creo todavía que el regimen quiere negociar para ganar tiempo, o más bien debilitar a Guaidó y la oposición. Así “juegan” con los presos políticos y liberan presos (o liberan con condiciones – que no es libertad plena), para que la oposición no se retire de las negociaciones, como lo hizo inicialmente tras el caso de Acosta.
Lo que podría marcar una diferencia para el campo de Maduro es si algún poder externo que le apoye, como Cuba, Rusia o China, le dicen que le van a abandonar si no negocia para lograr unas elecciones libres, o si por ejemplo Padrino (o alguien con suficiente control del Ejército) le puede decir lo mismo a Maduro (y su gente). Eso cambiaría los incentivos de Maduro -pero si eso ha ocurrido, no sabemos. Por lo tanto, veo cómo se logre un acuerdo, y no estoy convencido de que los cambios de los últimos 45 días sean suficientes para que Barbados sea diferente a Oslo.
En las últimas horas algunos comunicadores han asegurado que se planteará en la agenda: “Elecciones libres y sin Maduro en 9 meses”. ¿Es viable ese escenario?
-Hay allí algo clave: si la presión militar está sobre Maduro, entonces puede cambiar sus incentivos. En vez de tener las alternativas continuar en el poder versus negociar su salida, posiblemente enfrenta las alternativas de golpe militar (y su arresto) versus negociar su salida. Si tiene razón este comentario, entonces habría esperanza de una salida negociada.
Pero los hechos demuestran que una acción militar es más ficción que realidad… Y las fracturas de la oposición, aunado a un cuestionable manejo bajo el liderazgo opositor de Guaidó, muestran distante un escenario como éste. No obstante, si ese fuese el caso, ¿cómo debería manejarlo el equipo Guaidó, según su óptica?
-De acuerdo, y todo es especulación como quiera. Sólo que algo así (suponiendo que tenga razón esa tesis) aumentaría la probabilidad de un acuerdo. En este caso, la oposición tendría mejores cartas.
Pero como usted bien dice, existen fracturas tanto en la oposición como muy probablemente dentro de grupos militares, lo que complica estos escenarios.
En el tablero estratégico cambió el hecho de que ningún líder opositor en otros intentos de diálogo tuvo tanto apoyo internacional como Guaidó; pero en la práctica, eso no ha cambiado el hecho de que Nicolás Maduro sigue en Miraflores, a pesar de sanciones, acciones diplomáticas y presiones… ¿Cómo, bajo este escenario, se puede esperar ganancia en Barbados?
-Si Maduro sigue controlando los militares y ellos no están dispuestos a abandonarlo, no podemos esperar ningún otro resultado: saldrá de Barbados lo mismo que salió de Oslo hace más de un mes.
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