En un municipio del Estado de Nueva York establece incluso 15 días de prisión para los padres
El problema del bulling escolar no tiene una única solución, ni siquiera una solución fácil. Un experimento que se ha llevado a cabo en varias ciudades de Estados Unidos, como en Pensilvania, Wisconsin y Nueva York ha dado sus resultados positivos.
Se trata de imponer una multa de entre 125 y 500 dólares –según la ciudad—al padre cuyo hijo es un acosador. Incluso en un caso se contempla que los padres de hijos acosadores reciban una multa de 250 dólares y puedan ir 15 días a prisión, como ocurre en la ciudad de North Tonawanda, en el estado de Nueva York.
El bulling en los Estados Unidos afecta al 20 por ciento de la población escolar comprendida entre los 12 y los 18 años, según datos del departamento de Educación. Faltan herramientas adecuadas para hacer frente al bulling escolar.
En el caso de North Tonawanda (New York), el consejero legal de la ciudad, Luke Brown, comentó al New York Times, que el procedimiento es apercibir primero a los padres con una nota de la policía. Ha habido “advertencias” a un buen número de padres”, dijo, pero nunca se ha llegado a la multa ni al encarcelamiento, desde que existe la ley en 2017. La prevención ha funcionado.
En el caso de Pensilvania, el representante demócrata estatal, Frank Burns, propuso una multa a los padres de hijos acosadores por importe de 500 dólares, pero hubo reacciones diversas. Sin embargo, aunque todavía no se ha aprobado la ley, que está empantanada en diversos comités, ha bajado el acoso escolar.
En la ciudad de Plover (Wisconsin) se propuso una ley que fue pionera en el país. La ley, que data del 2015, sigue también el proceso de avisar primero a los padres que tienen un hijo acosador y se les puede multar con 124 dólares. El jefe del Departamento de Policía, Dan Sault, dijo que la ley ha sido un éxito. No se ha multado a ningún padre y se ha frenado el acoso escolar. Y dice: “Si los padres pagan un artículo que un hijo rompe en una tienda, también deben ser responsables si acosan a otros estudiantes”.
Un caso flagrante es el de la familia de Darren O’Brien, de 38 años, de Wisconsin Rapids (Wisconsin). Han acosado a sus tres hijas. Las han encerrado en casilleros, a una la han grabado a escondidas y a otra le pidieron que se suicidara. O’Brien, que trabaja en una fábrica de papel, pidió a la dirección del colegio buscar una fórmula para terminar con el acoso a sus hijas. La intervención de los educadores y de la dirección no sirvió para casi nada.
Ahora en esta ciudad quien imponer multas a los padres de hijos acosadores de 313 dólares. Al menos, se espera que para el próximo curso servirá como un importante freno y un mayor control de los padres de los hijos acosadores.