En la Fachada del Nacimiento aparecen unas estrellas. Gaudí sabía muy bien la razón por la que quería colocarlasLa Sagrada Familia está llena de detalles que fascinan al visitante. Los millones de turistas que cada año la visitan comprueban que en este templo cada detalle tiene un porqué. Todo tiene un sentido religioso y es cuestión de ir observando para descubrir el significado de cada elemento.
Nada está puesto al azar. Puedes comprobarlo en las siguientes imágenes y luego seguir leyendo el texto:
Gaudí pudo levantar en vida la Fachada del Nacimiento y con ella, como asegura el arquitecto experto en su obra José Manuel Almuzara, nos dejó suficientes datos como para saber cómo continuar la construcción del edificio.
La Fachada del Nacimiento, que levantó el propio Gaudí, es toda una lección teológica acerca de los misterios gozosos del santo Rosario. El foco central es el Nacimiento de Jesús en Belén. Si desde ahí orientamos la vista hacia arriba, encontraremos el grupo escultórico de la Anunciación: el Árcángel san Gabriel anuncia a la Virgen que será la Madre de Dios. Por encima de las dos figuras, se encuentra un cielo estrellado. Y es ahí donde aparece el Zodíaco.
Ese cielo de estrellas aparentemente desordenadas, quiso Gaudí que encerrara un profundo contenido. Si uno observa con detenimiento, se trata de la reproducción de varias constelaciones. En el sentido de las agujas del reloj empezando por la hora 9, se pueden reconocer las figuras de la doncella de Virgo, la fiera de Leo, Cáncer y sus pinzas de cangrejo, los gemelos Géminis, el asta, testuz, oreja, morro y patas de Tauro, y finalmente los cuernos de Aries, el carnero.
Resulta fascinante ese pequeño descubrimiento, ya que demuestra una vez más que en Gaudí nada quedaba al azar y toda la obra arquitectónica y escultórica está supeditada a una clara función: dar gloria a Dios. En la Fachada del Nacimiento, una vez más, es toda la Naturaleza que se alegra del Nacimiento de Jesucristo, su Creador y Redentor.
Así, junto a los Reyes Magos, los pastores, los ángeles cantores, las aves, los demás animales, las plantas y los árboles, las flores… también el firmamento alaba a Dios.
Pero, ¿qué hizo que Gaudí plasmara estos seis signos del Zodíaco? Precisamente es Cáncer el que ocupa la zona central. Sabemos, gracias a los expertos en astronomía, que en Cáncer se encuentra el llamado Pesebre. Se trata de un cúmulo abierto que ya fue descrito por Claudio Ptolomeo en el siglo II después de Cristo. Es uno de los cúmulos más cercanos a la Tierra y se calcula que se formó hace 6 millones de años. El diámetro de su núcleo es de 23 años luz.
El Zodíaco, que los astrónomos estudian de manera científica desde tiempos de los caldeos, es el conjunto de constelaciones cortadas por el camino aparente recorrido por el Sol durante el año (en realidad es la Tierra la que lleva a cabo el movimiento de traslación, elíptico, en torno al Sol).
La constelación de Tauro, por su parte, es la que mejor se puede ver a simple vista en el mes de diciembre en el Hemisferio Norte.
Todo apunta a que Gaudí trató de mular la posición del firmamento (de esas constelaciones zodiacales) el día en que nace Jesús. Así, un aficionado a la astronomía en torno a Navidad puede ver en el cielo estrellado Cáncer, Tauro, Géminis…
Si uno se detiene a mirar cada una de las constelaciones en la Fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia, descubrirá con asombro que además de las estrellas, la bóveda celeste de piedra genera las formas de un toro, de un carnero, de un cangrejo, de la doncella… es decir, de las constelaciones zodiacales que forman esas estrellas aparentemente desordenada. Es, una vez más, algo que está a la vista de todos, pero que no todos son capaces de ver.
Una vez más, la obra de Gaudí resulta estimulante para todos los interesados en aprender y en descubrir la Belleza.
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