Un clavo parece haber estado guardado en el osario junto a los huesos del sumo sacerdoteCuando encontraron un féretro -una antigua caja hecha para contener huesos humanos de una persona precedentemente sepultada – en Jerusalén en 1990, algunos creyeron que podía contener los restos del sumo sacerdote Caifás, recordado por mandar crucificar a Jesús.
El descubrimiento de ese osario hizo noticia. Aunque fue descuidado esa vez, podría asumir hoy un significado más importante. Puesto que un clavo, como los usados por los romanos para crucificar a sus víctimas, parece haber estado guardado en el osario junto a los huesos del sumo sacerdote.
¿Era uno de los clavos que crucificaron a Jesús? ¿Por qué motivo habría estado encerrado dentro del osario de Caifás? ¿El sacerdote quizá vivió arrepentido por la crucifixión de Cristo?
Las hipótesis son muchas, y algunos han vinculado este descubrimiento a un evangelio apócrifo encontrado en Turquía, según el cual después de la Resurrección, Caifás se habría vuelto un discípulo del Mesías.
Si esta hipótesis es confirmada, quizá cambiarán la interpretación de las Escrituras y las relaciones entre cristianos y judíos. O sería una de entre las muchas pistas equivocadas. Y en los ambientes cristianos parecen optar por esta última hipótesis.
El sacerdote Eugenio Aliata, arqueólogo en el Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén, afirma que encontrar clavos para la crucifixión no es inusual, es posible que en la tumba de Caifás se hayan encontrado clavos de la crucifixión. Aunque, agregó, esta interpretación se presta más para la fantasía que para otra cosa.
En el interés del documental producido por Simcha Jacobovici, y transmitido por la televisión israelí, la difusión de esta noticia coincidió con la Semana Santa. Pero si es auténtica o no, no cambia nada la fe cristiana.