Monseñor Aós, un pastor con olor a oveja llega a la Arquidiócesis de Santiago y sorprendió con sus gestos.“El Arzobispado de Santiago comunica formalmente que no recurrirá en contra de la sentencia dictada, y procederá a darle pleno cumplimiento en cuanto se encuentre firme. Este fallo marca un paso importante en nuestro proceso de reestablecer la justicia y la confianza en nuestra Iglesia de Santiago, porque apunta directamente a las falencias que tuvimos en este caso”.
Comunicado sobre el fallo en juicio civil del caso Karadima – https://t.co/N6dro89F1K
— Iglesia de Santiago (@Iglesiastgo) March 27, 2019
Con estas palabras monseñor Celestino Aós, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Santiago, confirmaba el acatamiento del fallo de la Corte de Apelaciones condena al Arzobispado a pagar 100 millones de pesos a cada una de las víctimas de Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo.
Un abrazo desde lo más íntimo de mi corazón a todas las víctimas de abuso y a todos lo que sufren de injusticias , regalarles este triunfo de verdad y justicia
— James Hamilton (@JamesHamiltonCL) March 27, 2019
Monseñor Aós asumió oficialmente el domingo recién pasado como administrador, y en estas 96 horas de trabajo pastoral confirman lo que dijo durante su homilía:
“Quiero saludar y ¡cómo me gustaría dar un abrazo a cada persona! a las hermanas y hermanos que sufren: enfermos y accidentados, ancianos y marginados, cesantes e inmigrantes, privados de libertad y, muy especialmente, a las víctimas de la violencia y a las víctimas heridas por los abusos de parte de los clérigos de la Iglesia”.
Este miércoles en la noche realizó un recorrido por distintos lugares de Santiago junto a José Francisco Yuraszeck, SJ capellán General del Hogar de Cristo, para acompañar el servicio de atención a las personas que se encuentran viviendo en la calle.
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También este miércoles anunció que espera reunirse con las tres víctimas de Karadima: “Voy a juntarme con ellos, tuve comunicación y en cuanto yo pueda, porque entenderá que mi disponibilidad de tiempo ahora es nula, me voy a reunir con ellos y juntos, con la colaboración de ellos, también queremos hacer un camino de verdad, de justicia, en donde aminoremos en lo posible el dolor que han sufrido y luchemos y organicemos las cosas para que nunca más vuelvan a reunirse estos atropellos, estos abusos que jamás debieron ocurrir y que nunca son tolerables ni justificables”.
Monseñor Aós, pertenece a la orden de los Capuchinos, y el domingo por la tarde visitó el Santuario de Maipú donde se encuentra la Virgen del Carmen, patrona de Chile, y le encomendó su trabajo pastoral y de administrador apostólico. Posteriormente subió al mirador del Santuario y bendijo la ciudad.
Con 73 años, Monseñor Aós ya comienza a marcar lo que será su labor en la Arquidiócesis; su lema episcopal es “amar y servir” y durante estas 96 horas lo ha encarnado estando con los descartados, personas en situación de calle y con las víctimas de abuso. Un pastor con olor oveja y que lo comunica.
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