La audiencia privada en el Vaticano El papa Francisco ha recibido hoy en el Vaticano al arzobispo de Lyon, el cardenal, Philippe Barbarin, quien le presentó su renuncia tras ser condenado a seis meses de cárcel con suspensión de pena por haber guardado silencio sobre los abusos sexuales cometidos contra menores por Bernard Preynat, un cura de su diócesis en campamentos scout en los años 70 y 80.
Durante la audiencia privada confirmada por el Vaticano y sin dar más detalles, el Papa recibió la renuncia del cardenal francés. Ahora, el Pontífice deberá decidir si aceptar o no.
Se trata de un dilema no indiferente, debido a que Francisco ha declarado ‘tolerancia cero’ a los abusos en el documento “como una Madre amorosa”, el Motu Proprio, firmado el 4 de junio y que entró en vigor el 5 de septiembre de 2016.
Ahí, el Pontífice asegura que se perseguirá no solo a los abusadores, sino a los obispos negligentes en el ejercicio de sus funciones, en particular en relación a los casos de abuso sexual de menores y adultos vulnerables.
Barbarin, 68 años, hizo saber a través de sus abogados que apeló la condena por “omisión de auxilio” a las víctimas, pues se le reprochó haber permitido a Preynat ejercer sus funciones hasta septiembre de 2015, mientras estaba supuestamente al corriente de sus abusos.
Según la prensa local, la condena fue sorpresiva, pues la Fiscalía no solicitó ninguna pena contra Barbarin por considerar que una parte de los hechos habían prescrito y que no estaba demostrado que hubiera intención de encubrimiento.
Cabe señalar que las otras cinco personas que se encontraban en el banquillo de los acusados, el tribunal no las condenó por considerar que los hechos no estaban verificados o que habían prescrito, dependiendo de los casos. Preynat podría ser juzgado este año.
El cardenal Barbarin había expresado el mismo día de la sentencia en primera instancia sobre su intención de renunciar a su mandato y anunció su viaje a Roma, que se llevó a cabo una semana después debido a que el papa Francisco se encontraba fuera del Vaticano, en Ariccia, participando a un retiro espiritual junto a sus colaboradores de la Curia romana.
Ahora el Papa deberá decidir si esperar el apelo del cardenal Barbarin a la justicia francés, luego de ser condenado. Otra opción es que nombre inmediatamente a un administrador apostólico a la espera de que haya una condena o una absolución definitiva. O simplemente acepte la renuncia y nombre otro obispo.
Por su parte el cardenal que dirigió la arquidiócesis de Lyon desde 2002 se ha declarado en más de una ocasión inocente de esconder, y menos encubrir, esos – dijo- “horribles hechos”.
El caso del cardenal Barbarin es inédito por la condena a un cardenal por “omisión de auxilio”, pero se asocia, por jerarquía, a los casos de escándalo que implican a prelados de alto nivel: McCarrick y Pell, quienes, en cambio, estaban comprometidos directamente en los abusos.
Theodore Edgar McCarrick, 88 años, ex arzobispo de Washington, fue expulsado por el Papa Francisco del colegio de cardenales el 28 de julio de 2018 y del sacerdocio en febrero 2019, por el abuso de un menor y malos comportamientos contra seminaristas.
El cardenal George Pell, 77 años, fue condenado recientemente a seis años de prisión por un tribunal en Australia por abusar de dos menores en la Catedral de San Patricio de Melbourne en 1996. El Papa lo eximió de su cargo de Jefe de la Secretaria de la Economía en marzo 2019 y la Congregación para la Doctrina de la Fe examina su caso.