Evangelina es madre de diez. Económicamente, no le sobra nada. Pero no le molestaría adoptar dos más, nada menos que los niños de entre 7 y 9 años que intentaron robar de su casa una bicicleta
Ocurrió en Pérez, municipio del Gran Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina. Eran las 6 de la mañana cuando Evangelina y su marido escucharon ruidos en el patio, y al asomarse, vieron a los dos niños. Cuando les avisaron que los habían visto, los niños dejaron la bicicleta que estaban intentando llevarse pero no pudieron escapar.
Fue la propia Evangelina la que salió al encuentro de los jóvenes ladrones. Al ver a la dueña de casa, los niños, que no podían llevarse la bicicleta ni escapar con facilidad por su baja estatura, la amenazaron con un arma visiblemente de juguete. Pero ella no se amedrentó, les quitó la falsa pistola, les habló, y como vio que estaban descalzos y sin camiseta, y hacía frío, los puso en reparo e invitó con algo caliente.
Dos horas tardó la policía en llegar, y en ese tiempo, Evangelina conversó con ellos, y pese a que quisieron robarle su bicicleta, que necesita para hacer repartos de pan que hacen, se conmovió.
“Me ofrecí para adoptarlos, o para tenerlos hasta la edad en la que pueden defenderse solos en la vida. La verdad es que me agarró escalofríos encontrar a chicos tan pequeños adentro de mi casa, no lo podía creer, estaban ahí llevándose cositas, queriendo sacar la bicicleta. Tan chiquitos que empiecen a robar es terrible, la verdad es que me duele”, expresó Evangelina en el programa Zysman 830 de la radio rosarina La Ocho.
Cree que roban por travesura o por hambre, y que alguien los lleva a hacerlo. Pero sabe que no se drogan, y quiere hacer algo por ellos antes de que sea tarde. Al menos buscarlos dos o tres veces por semana para ayudarlos, porque sabe que “no eligen esta vida, no pidieron vivir así”.
Los niños viven a 25 cuadras de su casa, en una situación de precariedad, pero Evangelina no los conocía, presume, porque no van al colegio. La subsecretaría de Niñez, Adolescencia e Infancia ya afirmó que está investigando las condiciones de vida de estos niños, pese a que su madre afirmó en la comisaría, según relató Evangelina, que no sabía que delinquían porque hace una semana no los veía.
Los primeros pasos serían ver el grado de contención familiar que estos niños podrían tener, incluso con familia ampliada, como con tíos o abuelos. La figura de un apoyo afectivo como el de Evangelina, en procesos como ir a la escuela, a un centro de salud, o hacer algún deporte, podría ser de gran utilidad, explicó la subsecretaria de Niñez, como informa el diario La Capital.
Evangelina dice en las entrevistas que le duele el alma. Crió 10 hijos, pero solo los tres más chicos viven con ella. No le importaría sumar tres platos más a su mesa. ¿por qué tres? Porque sabe que los hermanitos que quisieron robarle tienen otro hermano. Y no querría separarlos.