La pintura alegórica “La luz del mundo” fue vista por millones de personas en su gira mundial de 1904En su momento culminante, a principios del siglo XX, la pintura “La luz del mundo” (1851-53) fue probablemente más famosa que cualquiera de las obras de los grandes maestros del Renacimiento. Tan difícil como es imaginarlo hoy, millones de personas en todo el mundo se congregaron para ver lo que se conoció como el “sermón en un marco”.
Esta obra fue creada por el artista inglés William Holman Hunt, que la comenzó a la edad de 21 años y la terminó cuando tenía 29 años. La pintura ilustra el pasaje bíblico de Apocalipsis 3,20:
“He aquí que estoy a la puerta y llamo. Si alguien oye mi voz y abre la puerta, [entonces] entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo”.
Jesús, portando una linterna, está representado tocando una puerta sin pomo en el exterior. La puerta está cubierta de maleza, y los clavos y las bisagras están oxidados, lo que implica que la puerta nunca se ha abierto.
El mensaje: le toca a la persona al otro lado de la puerta dejar que Jesús entre.
Conocido por ir a por todas para plasmar los temas de su arte, Hunt viajó a Tierra Santa para capturar el efecto de la luz de la luna. Según su biógrafo Jeremy Maas, Hunt “aceptó el riesgo de la enfermedad, y finalmente triunfó sobre la incomprensión (pintando un paisaje urbano de Jerusalén, fue acusado de espiar a sus esposas por encima del muro de un vecino), problemas financieros y largos y arduos viajes a través de “territorios sin ley con sirvientes comprensiblemente asustados, cuyos espíritus se vio obligado a revivir bailando como un derviche”.
Una vez finalizado, el cuadro se vendió y luego se donó al Keble College en la Universidad de Oxford, que pronto comenzó a cobrar una tarifa para verlo. Inspirado por la popularidad de su trabajo, Hunt pintó otra versión entre 1851 y 1856, que se exhibe en la Manchester City Art Gallery, Inglaterra, y se reproduce en este artículo.
Cincuenta años después, Hunt se puso a trabajar en una versión más grande de la pintura, que se completó en 1904 con la ayuda del artista Edward Robert Hughes.
La pintura realizó una gira mundial de 1905 a 1907, visitando las ciudades natales de millones de personas en Canadá, Sudáfrica y más allá. En su gira por Australia, se estima que 4/5 de la población del país la vio. El industrial Charles Booth compró la pintura de Hunt y Hughes, y la donó a la catedral de San Pablo en Londres, donde se exhibe hoy. Según se explica en la catedral de San Pablo, esta pintura es “la obra de arte que más ha viajado en la historia”.