En marcha “Tesoro de nombres”, una iniciativa para rescatar los nombres originarios de la exclusión y la marginación -¡Qué lindo bebé! ¿Cómo se llama?
– Se llama John. Muchas gracias.
Hasta aquí la recreación de un simple diálogo cotidiano, pero que esconde algo que en los últimos años ha cobrado notoriedad en Perú: recién nacidos con nombres anglófonos.
Efectivamente, en 2018, la mayoría de los recién nacidos en Perú recibieron este tipo de nombres, lejos de la tradición o lo que pudiera generar más arraigo a nivel de identidad.
Pero lo que hasta ahora parecía “sonar normal” desde hace un tiempo ha sido objeto de revisión, pues gracias a una iniciativa del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) se lanzado la serie “Tesoro de nombres” a través de la cual se está recopilando los nombres de cada una de las lenguas originarias de Perú, tal cual recuerda EFE en un reciente informe.
Es que 2019 ha sido declarado por la UNESCO como el Año de las Lenguas Indígenas y en este país sudamericano, donde hay 21 lenguas indígenas, se ha visto la oportunidad de salir al rescate de aquellos nombres originarios que estaban excluidos y marginados.
Gracias a esto diversos nombres como Etsa o Wilka comienzan a resurgir del olvido. Y todo gracias al intenso trabajo que se está realizando a nivel local para recuperar los nombres de lenguas como el quechua u otros idiomas amazónicos.
Por otro lado, el hecho de generar esto que se ha denominado “Tesoro de nombres” permitirá a los diversos registradores tener una lista de nombres que no terminen siendo rechazados, hasta ahora en muchos casos negados.
“Quiero que en mi DNI mi nombre figure como Reshinjabe Olinda. Mi nombre propio tiene que ir delante. Espero que todo el mundo lo haga porque el nombre viene desde nuestros abuelos y más allá”, dijo a EFE la artista shipibo-konibo Olinda Silvano, quien nunca pudo registrarse como Reshinjabe.
“Ya era hora de que se trabaje con nosotros para recuperar la identidad de nuestras raíces. Hay tantos nombres bonitos que tenemos y que se pueden recuperar, como también Shimashiri (Flor de Mayo), Sheyaki (palmera) o Tonkiri (colibrí)”, señaló por su parte Cinthya Gonzáles, presentadora de “Ashi Añane” (Nuestra Voz), el primer programa de la televisión peruana en asháninka, quien pretende ser reconocida como Shamaki.
De esta manera, los nombres indígenas en Perú parecen tener un nuevo despertar, algo que de alguna manera también está en sintonía con la férrea defensa del papa Francisco con respecto a los pueblos originarios.
“Perdón hermanos”, gritó el Papa a los indígenas durante su visita a San Cristóbal de las Casas (México) al hacer referencia al maltrato y exclusión que han recibido. Algo similar hizo durante su visita de 2018 en Chile y Perú.
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Pero han sido muchas más las palabras y muestras de afecto que el Papa ha lanzado con respecto a los pueblos originarios y en especial a los habitantes de la Amazonía.
“Sigan defendiendo a los pueblos en aislamiento, son los más vulnerables. Su presencia nos recuerda que no podemos seguir disponiendo de los bienes al ritmo de la avidez del consumo. Es necesario que existan límites que nos ayuden a preservarlos de todo intento de destrucción masiva de su hábitat”, recordó.
Indígenas de América (hacer click en galería):