¿Quién no ha escuchado que debe “ser flexible como el bambú”?
En ninguno de estos casos ser flexible significa perder el rumbo. Por el contrario, se trata de cosas que durante los problemas saben adaptarse y cambiar, pero que luego saben también recuperar su forma original. Son flexibles, pero mantienen claros sus objetivos. Durante una tormenta el bambú se mueve y dobla, pero al final de la misma recupera su posición. No es dócil, sino simplemente flexible.
¿Cuál es la mejor manera de aumentar su flexibilidad mental?
A continuación veremos formas simples y cotidianas de mejorar tu flexibilidad a nivel mental, emocional y no solo. Desarrollar estas dimensiones de la flexibilidad te volverá más productivo, mejorará tus relaciones y aumentará los resultados que obtienes como persona sea en tu contesto social que del trabajo.
Conseguir ser flexibles mentalmente tiene que ver con aumentar nuestra capacidad de enfrentar nuevas ideas o paradigmas que desafíen lo que sabemos o pensamos. Es una forma de mantener nuestra mente fresca, joven y abierta.
- Leyendo a diario material que nos desafíe. Si siempre leemos el mismo diario, o escuchamos a los mismos autores, siempre veremos las cosas desde el mismo punto de vista. Si, en cambio, nos exponemos periódicamente a ideas nuevas y puntos de vistas desafiantes, mantendremos abierta nuestra mente a nuevas opciones. Al mismo tiempo estaremos desarrollando bases para comprender mejor a quienes nos rodean. Leeremos lo que ellos leen, y eso fortalecerá la comprensión que tenemos de su punto de vista.
- Exponerte de forma constante a cosas nuevas. Me refiero a pequeñas decisiones cotidianas, como escuchar canciones distintas a las que escucharías normalmente, dedicar tiempo a juegos que estimulen la creatividad, nuevos deportes, intereses.
- Pasar tiempo con niños y adolescentes es una forma genial de ejercitar la flexibilidad. Organizarse pasar tiempo además de con los propios hijos, tambien con primos y sobrinos, tanto niños como adolescentes, y hacer un esfuerzo sincero por participar en sus juegos, escuchar la música que les gusta y leer los libros o autores que les interesan. Eso no sólo fortalece nuestras relaciones, sino que nos mantiene expuestos a nuevas tecnologías, ideas y formas de hacer las cosas.
La flexibilidad nos conduce a la tolerancia.
Ser tolerante tiene que ver con ser flexible a nivel emocional. Para entenderlo mejor, pensemos cuál es el opuesto a la tolerancia: censurar, ensañarse, obstinarse y oprimir. Qué tienen en común todas esas actitudes? ¡Que están apoyadas en inseguridades! Ser más tolerante y flexible empieza por darnos cuenta de que podemos ser flexibles con las personas, escucharlos y expresarnos tranquilamente sin que ello implique que estamos de acuerdo o sometidos a su opinión.
- Ejercitar la escucha activa implica practicar en cada conversación el poner nuestro foco en comprender al otro. Esto implica en el momento no sólo ver qué dice, sino también explorar por qué lo dice y cómo se siente. Incluye ver el lenguaje corporal. El hecho de escuchar tratando de entender lo que la otra persona quiere decirme nos va predisponiendo a la tolerancia y la flexibilidad. Esa flexibilidad nos ayudará a descubrir còmo cada persona habla desde puntos de vista diversos porque cada uno viene de experiencias muy diferentes.
Las relaciones con otros serán mejores en la medida en que seamos conscientes de nuestra propia independencia. Este paradigma nos hace más flexibles porque sabemos que podemos escuchar, comprender, explorar lo que el otro piensa sin que eso signifique que renunciaremos a nuestras propias ideas, valores, ideales y sentimientos.