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Actualmente la cocina gourmet es una tendencia. Probamos recetas nuevas y muchas de ellas utilizan bebidas alcohólicas como ingrediente y ya no solo para acompañar una comida.
Los usos que se da a las bebidas alcohólicas en la cocina son diversos, desde aromatizar un plato, resaltar el sabor en un estofado, ayudar a desglasar una salsa (añadir un líquido a una cacerola en la que se ha cocinado una carne o verdura para recuperar los jugos que quedan), ablandar una carne o como caldo de cocción.
Sin embargo, a nivel nutricional no aporta mucho más que calorías vacías (o sea poco o ningún nutriente de calidad), por lo que es recomendable que su ingesta sea lo más reducida posible o evitarse totalmente, ya que pequeñas cantidades pueden favorecer el aumento de peso o producir daños en el organismo.
Distintas razones nos pueden llevar a agregar o no estas bebidas a una preparación, por gusto, o porque tenemos niños en la casa, o decidimos cuidar nuestra salud un poco más, o tenemos algún tratamiento médico que no permite el consumo de alcohol en la alimentación.
No es garantía de alcohol cero
Es común que muchas personas piensen que es mejor utilizar las bebidas alcohólicas en las preparaciones porque se disipa todo, pero no es cierto, someterlas al calor no garantiza que se evapore por completo al cocinar. El alcohol sí disminuye pero siempre queda algo, incluso cuando se cocina a fuego lento durante horas, o cuando se realiza un flambeado.
Siendo así, se debe prestar atención a los ingredientes de las recetas que se llevaran a cabo, así como también el tipo de alcohol que vamos a utilizar para elegir un sustituto que no pierda el sabor de la receta. Lo más recomendable cuando se quiera prescindir de estas bebidas es optar por las variedades que no contienen alcohol (vino, cerveza, sidra) o bien por alternativas que podemos encontrar fácilmente en nuestra cocina.
Es importante saber que a pesar de que en la mayoría de las recetas se puede sustituir el alcohol y acercarse lo mejor posible al tradicional, pero hay algunas preparaciones como las peras al vino en las que es imposible remplazarlo porque se pierde la esencia de la receta.
Sustitutos de las bebidas alcohólicas más utilizadas en cocina
Se pueden elegir sustitutos líquidos, especias, esencias, pulpa o zumos de fruta.