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¡El Papa de los pobres!

POPE FRATELLO
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Pierre Durieux - publicado el 13/11/18
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La Jornada Mundial de los Pobres tendrá lugar este año el 18 de noviembre. Propuesta por el fundador de la ONG francesa Lazare, no tiene tanto por objetivo el anunciar la Buena Nueva a los pobres como el de recibirla de los pobres mismos

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Al final, ¿qué se recordará del papa Francisco? Sería muy imprudente pronosticar un balance cuando su pontificado está solamente en sus comienzos, pero hay una convicción que prevalece: Francisco es primero el Papa de los pobres. Y si no estás de acuerdo…mira estas imágenes

Las polémicas inherentes a la sede de Pedro no son nuevas. Benedicto XVI las sufrió terriblemente y Juan Pablo II también, pero los medios de comunicación aumentan a menudo el carácter supuestamente inédito de estas controversias. Sin embargo, Benedicto XVI aún no ha muerto y ya es venerado como un enorme teólogo y un gran Papa. Juan Pablo II, por su parte, ya está muerto y canonizado. Sirva esto de ejemplo para acreditar la tesis que sostiene que hay una cosa que siempre va bien en la Iglesia: el Papa anterior. En fin, mejor no esperar al próximo para amar al actual.

El programa de la pobreza

Es cierto que no hay necesidad de esperar a la dimisión o la muerte del papa Francisco para vislumbrar la gran línea de su acción, de su palabra o de sus gestos: su historia personal, en sí, ya dejaba adivinar su futuro. Su nombre, ‘Francisco’, anunció desde su elección el programa de la pobreza de Asís. Su sueño expresado en el umbral de su pontificado de una “Iglesia pobre para los pobres” fue digno de mérito por su claridad.

El sensum fidei tampoco erró. Las personas sin techo que fueron a ver la película El papa Francisco: un hombre de palabra, quedaron conmocionadas.  Kader, por ejemplo, fue a verla tres veces porque, según dijo, “el papa Francisco quiere transmitir un mensaje y yo necesito volver a escucharlo”. O el ejemplo de Antoine, que lloró como un niño durante toda la sesión porque ese Papa de ahí es el suyo: “Cuando el Papa habla, me habla a mí. Habla de mí”.

También es evidente en los hechos: la única Jornada iniciada por Francisco es la Jornada Mundial de los Pobres (JMP). La próxima tendrá lugar el domingo 18 de noviembre de 2018 y, en su segunda edición, se extiende por los cinco continentes, como muestra el sitio web organizativo wearefratello.org.

La Jornada Mundial de los Pobres

En muchísimas diócesis, parroquias, comunidades y movimientos, será un día diferente. Este día, los pobres ocuparán el centro de la Iglesia, el corazón, el lugar que les pertenece por derecho. En cierto sentido, podríamos esperar un año o una década mundial de los pobres, porque este debería ser el gran programa de la Iglesia a lo largo del tiempo…

Por otro lado, podemos descifrar algunos signos: el Papa ha confiado la coordinación de esta Jornada al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, que se encuentra, por tanto, reorientado: el foco no está tanto en anunciar la Buena Nueva a los pobres sino en recibirla de los pobres mismos y comprender que esta amistad entre ricos y pobres es, por sí sola, un testimonio.

Así, el 18 de noviembre, el Papa celebrará la misa en la basílica de San Pedro en Roma antes de almorzar en el Aula Pablo VI con centenares de personas de la calle, de contextos difíciles, de situaciones de gran precariedad… unos rostros y unos aspectos, hay que admitirlo, que no tenemos por costumbre ver en estos lugares. El Papa repetirá para todos ellos: estáis en vuestra casa, sois nuestro tesoro, sois el corazón de la Iglesia.

Una idea obstinada

Esta Jornada nació de la idea obstinada de Étienne Villemain, cofundador de la Association pour l’Amitié y fundador de la asociación de alojamiento para el necesitado Lazare. En 2014, interpeló al Papa en la plaza de San Pedro para pedirle que creara una Jornada de este estilo. El 11 de noviembre de 2016, formuló solemnemente esta petición durante la audiencia histórica con Fratello, tras la cual el Papa aceptó en persona la oración de sus hermanos pobres. Al día siguiente, durante una conversación imprevista en la sacristía de San Pedro en Roma, Étienne pidió al Papa, por tercera vez, organizar una Jornada Mundial de los Pobres. El Papa dijo “sí”, pero sus interlocutores, por miedo a que le hubieran entendido mal, le volvieron a plantear la pregunta en español. “Sí también”, respondió divertido el Papa. Unos minutos más tarde, Francisco lo anunció en su homilía, saliéndose de su texto previsto y pillando desprevenidos a los traductores.

Al final del Jubileo de la Misericordia, el Papa dictó que, desde entonces, cada 33er domingo del tiempo ordinario sería la Jornada Mundial de los Pobres. Antes de la fiesta de Cristo Rey, estamos invitados a celebrar al Cristo pobre. Si “los pobres son nuestros maestros”, como dijo san Vicente de Paúl, es porque detrás de cada uno de ellos se oculta el rostro de nuestro Rey.

Un deseo de aplaudir

El año pasado, fue un compañero del programa Lazare quien hizo la primera lectura para la primera JMP en la basílica de San Pedro. Cuando bajó los escalones del coro, un deseo de aplaudir corrió entre todos los asistentes: sí, aquel día, la Palabra de Dios nos era dirigida a través de la voz de Serge, quien, cosa rara, se había afeitado para la ocasión. “Este pobre gritó y el Señor lo escuchó”, dice el salmo 34. Lo más frecuente es que el Señor grite por boca de sus pobres, pero nosotros no les escuchamos.

En este 11 de noviembre de 2018, centenario del fin de un conflicto mundial que dejó en nuestras llanuras diez millones de cruces de madera, no hay forma más hermosa de celebrar el armisticio que preparándose para la Jornada Mundial de los Pobres, porque “las guerras se hacen entre los ricos, para tener más (…). Los pobres son, desde su misma pobreza, más proclives a ser artesanos de la paz. Hagan paz. Creen paz. Den ejemplo de paz. Necesitamos paz en el mundo. Necesitamos paz en la Iglesia. Todas las Iglesias necesitan paz”, dijo Francisco en noviembre de 2016. Unas palabras que parecen todavía, y por mucho tiempo, de actualidad. Y que, con buen acierto, nos ayudarán a responder a los suspiros que se escuchan aquí o allá de “pobre Papa”, con un “¡no, es el Papa de los pobres!”.

Para prepararse para la Jornada Mundial de los Pobres 2018, Fratello propone un retiro en línea del 12 al 17 de noviembre de 2018: http://wearefratello.org/es/bienvenida/

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