Una iglesia católica única diseñada por un carpintero misionero y que refleja la cultura inuit localConocida como “Iglesia iglú”, la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria en Inuvik, Canadá, es el monumento más fotografiado de la localidad. Ubicado a tan solo unos 200 kilómetros del círculo polar ártico, la iglesia fue diseñada a finales de los años 1950 para reflejar la cultura local del pueblo inuit en el recién establecido pueblo de Inuvik.
Sin embargo, el que la iglesia sea circular no responde a un motivo meramente estilístico. Su estructura en forma de iglú fue seleccionada como el diseño más adecuado dada la singular geografía de la región Mackenzie Delta de los Territorios del Noroeste.
Cuando se fundó el pueblo, como el área era vulnerable a las inundaciones, la mayoría de los edificios nuevos se construyeron sobre estructuras de pilotes anclados en el permafrost, que se encuentra a tan solo dos metros bajo el suelo.
El padre Joseph Adam, pastor de la bisoña localidad, se percató de que construir una iglesia elevada sobre pilotes no funcionaría.
“Si construimos una iglesia con campanario y los pilotes empiezan a moverse, se va a caer”, declaró Adam para el periódico The Evening Day.
Para encontrar un mejor diseño para la iglesia, Adam consultó al hermano Maurice Larocque, un miembro quebequés de la Orden de Misioneros Oblatos, que había llegado al Ártico 30 años antes como carpintero de la misión.
Adam y Larocque decidieron usar una forma circular para ayudar a mitigar los efectos del movimiento del suelo a causa del hielo.
“Si se hunde 15 centímetros en un lado”, afirmó, “no se notará y siempre podemos volver a levantarlo con el gato para nivelarlo de nuevo”.
El proyecto encontró algunos problemas cuando, desde las autoridades gubernamentales, les negaron el permiso de construcción de la iglesia porque no podían entender los planos amateur del hermano Larocque.
No obstante, las obras empezaron en el verano de 1958, con lo que atrajeron la atención de inspectores del Gobierno que intentaron detener la construcción. Sin embargo, las obras consiguieron salir adelante después de que un ingeniero estructural contratado por el obispo declarara que la iglesia era “lo bastante robusta como para durar otros 200 años”.
Siguiendo los preceptos de frugalidad de la Orden Oblata, se utilizaron materiales reciclados, incluyendo mangos de palos de hockey, para ahorrar dinero. El tejado se revistió de aluminio reflectante para imitar los bloques de hielo que forman los iglús inuits.
La artista inuit Mona Thrasher recibió el encargo de pintar las Estaciones de la Cruz dentro de la iglesia, que fue consagrada y dedicada a la Virgen María en 1960.
Se celebra misa los domingos y de martes a viernes, a no ser que llamen al pastor para viajar a alguna parte del Ártico. Durante la Navidad, según explica Wikipedia, se cantan villancicos en gwich’in, idioma de las Naciones Originales de Canadá, y en inuvialuktun, un dialecto del inuktitut (el idioma inuit), además de en inglés.
Se ofrecen visitas guiadas durante los meses de verano en esta Tierra del Sol de Medianoche. Inuvik, que en la actualidad tiene una población de 3.243 personas, recibe muchos menos visitantes durante el invierno, cuando el pueblo está envuelto en constante oscuridad durante 30 días seguidos.