La pintura de Ismael Mundaray fue presentada el viernes 26 de octubre donde quedará expuesta, en la capilla dedicada a la América Latina, junto a Nuestra Señora de Guadalupe, de México, y El Señor de los Milagros, de Perú*La iniciativa fue promovida por la abogada Elvia Rodríguez en la búsqueda de la paz y la conciliación en Venezuela: “En la actual y dura realidad del sufrimiento del pueblo venezolano, ninguna acción es desestimable para contribuir a devolver a nuestra tierra un presente de paz, justicia y progreso”.
El artista Ismael Mundaray relata su trabajo: “Fueron meses consagrado a este ícono, y solo la Virgen sabe cómo lo logré, porque yo nunca había pintado imágenes religiosas”.
El cuadro fue elaborado en pintura acrílica sobre tela de lino por este artista plástico venezolano; mide aproximadamente un metro de alto y lo cubre un marco español que fue tallado y tratado con hojilla de oro. La obra es un acrílico sobre tela, de 92×73 cm, que, con el marco español tallado alcanza los 112×102 cm. En ella se observa la virgen con el niño, con predominio de los tonos rojo, amarillo, dorado y blanco.
A partir del 26 de octubre pasado, la imagen de la patrona de Venezuela estará, de manera permanente, en el lugar destinado para Ella en la iglesia católica más importante de Francia y una de las más icónicas de la cristiandad.
El obispo venezolano, Freddy Fuenmayor, viajó a Francia para copresidir la misa que se realizó previa a la instalación de la ilustración en el lugar. El acto había comenzado con un concierto del violinista Alexis Cárdenas.
Igualmente, Mons Fuenmayor oficiará una segunda misa para la diáspora venezolana y la comunidad latinoamericana en la iglesia Saint Germain l’Auxerrois este domingo 28 de octubre a la 1:00 pm.
La advocación venezolana de la Madre de Cristo ha sido siempre un factor de identidad nacional cristiana para los venezolanos. El pintor unió el arte y la fe en una imagen que llegó a Notre Dame para quedarse. “Vengo del Orinoco y he llegado al Sena”, dice Mundaray, muy destacado de la Venezuela de los 80, y que hace 28 años se instaló en la capital francesa, desde donde su arte ha recorrido el mundo. El artista nació en Caripito, estado Monagas en 1952, y su pintura, inspirada en las culturas de las comunidades indígenas de la zona, mostró desde temprano sus mágicos objetos calificados por la crítica como “una experiencia de la levedad”.
La catedral de Notre Dame, construida en el año 1345, donde estará expuesta la Virgen de Coromoto en la capilla dedicada a la América Latina, junto a Nuestra-Señora de Guadalupe, de México, y El Señor de los Milagros, de Perú, las otras dos grandes manifestaciones masivas de fe americana.
Según la tradición, Santa María de Coromoto en Guanare de los Cospes, como es su advocación completa, se habría aparecido en 1652 al cacique Coromoto y su mujer cuando atravesaban una corriente de agua y vieron a una señora de extraordinaria belleza que les dijo: “Vayan a casa de los blancos y pídanles que les eche el agua en la cabeza y así poder ir al cielo”. Por eso, esta advocación mariana es relacionada con las aguas y con el Bautismo.