Presentado el contrato-programa de la radio y TV públicas, con el apoyo de los partidos del gobierno, el Partido Liberal y el Partido Popular Danés (DF)Dinamarca, país europeo escandinavo como Suecia y Noruega, ha decidido hacer la televisión pública “más cristiana”, a la vez que ha decidido recortar el presupuesto global de la empresa pública en 55 millones de euros, cerrando tres canales de TV (ahora hay seis) y tres emisoras de radio (ahora hay ocho). El contrato-programa de la radio y TV públicas es para el cuatrienio 2019-2023.
Por otro lado, la radio y TV públicas han de estar “basadas en los valores de la democracia, la igualdad y la libertad de expresión”. Se ha omitido que deberá “promover la integración en la sociedad danesa”, lo cual alertaba contra posibles exclusiones de los inmigrantes.
El nuevo contrato-programa ha sido defendido y aceptado por el partido que gobierna el país, el Partido Liberal Danés, que lidera Lars Rasmussen, apoyado en el Parlamento por el Partido Popular Danés DF (derecha) que es el que ha insistido en la mayor presencia del cristianismo y las tradiciones propiamente danesas en los medios públicos.
La izquierda radical y el partido socialista, en boca de sus portavoces, se han opuesto a estos cambios, señalando la necesidad de la multiculturalidad danesa. Estos califican el nuevo contrato-programa de un giro hacia la “ultraderecha”.
¿Tener una televisión con un tinte más cristiano es ultraderecha? Vamos a ver. Dinamarca es un país confesionalmente protestante luterano. O sea que la religión oficial es la Iglesia Evangélica Luterana de Dinamarca, a cuyo frente se encuentra la reina Margarita II. Además, la bandera danesa lleva una cruz blanca con fondo rojo. ¡Es un país cristiano!, al menos en sus símbolos y Constitución.
En términos análogos están Gran Bretaña (la reina Isabel es también cabeza de la Iglesia Anglicana), Holanda, Noruega y Finlandia y hasta hace muy poco Suecia. Precisamente en Gran Bretaña la conversión al catolicismo de la princesa Alejandra de Hannover la ha excluido de la sucesión al trono. Lo mismo pasó en Holanda con la princesa Irene que se convirtió al catolicismo. O sea que en los países confesionales protestantes la religión no es un asunto menor.
Por otro lado, el contrato-programa de la radio y televisión públicas no es que sus contenidos vayan a convertirse ahora en confesionales, ni mucho menos, simplemente van a tener algo más de presencia los valores cristianos, los cuales prácticamente habían desaparecido de la programación de la cadena pública.
El 75 por ciento de la población de Dinamarca se declara profesar la religión oficial, aunque la práctica religiosa es muy reducida. Dinamarca, con 5,6 millones de habitantes, es uno de los países con mayor bienestar del mundo, con una renta per cápita de 55.000 dólares USA, el doble que el de España y un 30 por 100 más alto que el de Francia.