La decisión del Papa ocurre ocho años después que las víctimas, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo denunciaran a través de los medios de comunicación los abusos y vejámenes cometidos por Fernando Karadima.“El pedófilo Karadima expulsado del sacerdocio. Nunca pensé q vería este día. Un hombre que le arruinó la vida a tantas personas. Agradezco que el Papa Francisco @Pontifex_es haya tomado esta determinación al fin. Espero que muchos sobrevivientes sientan un ligero alivio hoy”. Este el tuit de Juan Carlos Cruz, abusado por el exsacerdote Fernando Karadima, una vez conocida la decisión del papa Francisco.
El pedófilo Karadima expulsado del sacerdocio. Nunca pensé q vería este día. Un hombre que le arruinó la vida a tantas personas. Agradezco que el Papa Francisco @Pontifex_es haya tomado esta determinación al fin. Espero que muchos sobrevivientes sientan un ligero alivio hoy. pic.twitter.com/SdA1LpQOww
— Juan Carlos Cruz Ch. (@jccruzchellew) September 28, 2018
Marcial Sánchez, experto en la Historia de la Iglesia Católica, declaró: “Este es un gran signo del Papa (…) dentro de la Iglesia católica no puede haber ningún pederasta. Esto no aplica solo para la iglesia en Chile sino que también para el mundo”.
En esta misma línea, Sergio Carrasco, encargado de comunicaciones de Voces Católicas, expresó lo siguiente: “Es una señal potente del Papa Francisco, donde rarifica que dentro de la Iglesia no existe cabida para abusos ni abusadores. Este pontificado es capaz de revisar procesos condenados con anterioridad o procesos iniciados en otros pontificados. Esta señal es positiva y firme para el restablecimiento de la justicia para con las víctimas y para la propia Iglesia para iniciar su propio proceso de conversión. Sin ese restablecimiento de justicia es imposible llevar adelante el proceso de conversión”.
También agregó que esta esta decisión, junto con el anuncio de la Iglesia de Santiago sobre la creación de la Delegación Episcopal para la Verdad y la Paz, son medidas correctas y que apuntan a hacerse cargo de la crisis actual de la Iglesia. El proceso anterior queda de cierta forma anulado y con una vigencia esta expulsión clerical.
Por su parte, el cardenal y Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, emitió una declaración por escrito y video sobre esta medida:
“El Papa ha llegado a esta decisión excepcional en conciencia, es decir, por motivos que tocan su ministerio de pastor. Lo ha hecho por el bien de la Iglesia y en la Iglesia está todo el Pueblo de Dios, desde las personas que han sido víctimas y han sufrido de los abusos al bien de los fieles, que están llamados a caminar en rectitud de vida, y de los sacerdotes, que están llamados a caminar de acuerdo a los grandes valores de su vocación y en bien de la sociedad”, expresa.
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El cardenal continúo: “Los católicos de Santiago y la gente de buena voluntad estamos llamados a acoger esta determinación del Santo Padre, quienes creemos y somos parte de la Iglesia, con fe y fidelidad a la acción del Santo Padre. También hacerlo con esa actitud de colaborar con la tarea propia de la Iglesia de reparar todo daño causado a las víctimas y también a todas las personas que han sufrido y sufren por este hecho, y también en vista de lo que es un camino que queremos que sea cada vez más transparente de acompañamiento de estas situaciones de formación para que no sucedan, para que justamente el ‘nunca más’ sea también realidad en nuestra Iglesia de Santiago”.
Karadima fue notificado este viernes en la residencia San José de Lo Barnechea, a cargo de la congregación Santa Teresa, donde cumple su condena de oración y penitencia dictada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, después de la investigación canónica que lo encontró culpable de abusos sexuales contra menores con violencia y abuso de su potestad eclesiástica.
La decisión del papa Francisco ocurre ocho años después que las víctimas, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo denunciaran a través de los medios de comunicación los abusos y vejámenes cometidos por el exsacerdote, quien se ha transformado sin lugar a dudas en el símbolo del abuso, en todas sus expresiones, y del encubrimiento de la Iglesia chilena.
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