25.4 millones de personas (mayores de 18 años de edad) fueron víctimas de algún delito en el año 2017La más reciente encuesta nacional del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) sobre victimización y percepción sobre seguridad pública no deja lugar a dudas: en México el fantasma del miedo recorre todas sus ciudades.
Y no es para menos: se estima que en 2017 y en todo el país, 25.4 millones de personas (mayores de 18 años de edad) fueron víctimas de algún delito, lo cual muestra una monstruosa tasa de prevalencia delictiva de 29.746 víctimas por cada cien mil habitantes, cifra estadísticamente superior a la estimada en 2016 que fue 28.788 víctimas por cada cien mil habitantes.
En este contexto la encuesta del INEGI –que permite tener una radiografía de la violencia mucho más clara que los comunicados de las autoridades estatales y federales—revela que poco más de un tercio del total de hogares de México (35.6 por ciento) contó con al menos un integrante como víctima del delito en 2017.
La encuesta, dice el INEGI, permite hacer estimaciones estadísticas sobre la victimización que afecta de manera directa a las personas y los hogares en los delitos de robo total de vehículo, robo parcial de vehículo, robo de casa habitación, robo o asalto en calle o transporte público.
Así mismo, la encuesta estima estadísticamente otro tipo de robos (por ejemplo, el robo de cartera, de ganado, etcétera), fraude, extorsión, amenazas verbales y otros delitos distintos de los anteriores (como secuestros y delitos sexuales).
Se trata de estimaciones estadísticas porque, en un país donde la impunidad campea por sus respetos, en 93.2 por ciento de los delitos cometidos en 2017, no hubo denuncia, o bien la autoridad encargada de investigar no inició una averiguación previa o carpeta de investigación, por lo que cometer un delito en México puede ser una forma de existir sin tocar la cárcel.
Peor aún, esta encuesta de victimización no encuentra que sean susceptibles de medición delitos –que en México abundan—como narcotráfico, delincuencia organizada, robo de combustibles y trata de personas, entre otros.
En lo que se refiere al total de la población mexicana, cercana a los 120 millones de personas, 11.33 por ciento fueron víctimas del delito en 2017. De ese gran total, 31.419 fueron varones y 28.280 mujeres.
También el año pasado, el costo total a consecuencia de la inseguridad y el delito en hogares representó un monto de 300.000 millones de pesos (unos 13.000 millones de euros), es decir, 1.65 por ciento del Producto Interno Bruto de México.
Evidentemente, esto ha creado una percepción de inseguridad total en el país. La percepción de inseguridad de la población mayor de 18 años se ubica en 80 por ciento. Es decir, ocho de cada diez mexicanos se sienten inseguros en su vida cotidiana.
Y 2018 podría ser peor todavía que 2017. Para muchos católicos mexicanos, la Virgen de Guadalupe –que “no hizo nada igual con otra nación”—hoy llora.