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El Premio Nobel a Bob Dylan ratificó en el mundo de la cultura que aquellos versos que el rock había enhebrado entre melodías más o menos melosas también eran poesía. Reconocimiento de poeta para un rockero, formalización de un dogma popular del que muchos ya gozaban, y en español pocos como Luis Alberto Spinetta.
El "Flaco", icono del rock argentino, tal como lo definió Billboard, había empezado a trascender desde la banda Almendra con la inmortal "Muchacha ojos de Papel", una de las canciones de amor más emblemáticas del rock hispanoamericano.
Pero junto con Muchacha ojos de Papel estaba entre los primeros temas grabados por Almendra "Plegaria para un niño dormido". Se trata de una canción que Spinetta había compuesto a los 15 años, una de sus primeras letras.
La canción es dulce y triste a la vez. No tiene estribillos aunque en cada "Plegariá para un niño dormido", tal como la pronuncia, el tiempo parece detenerse. Spinetta contempla a un niño dormido, que evidentemente atraviesa un momento de dolor y sufrimiento. Y canta:
Se ríe el niño dormido
quizás se sienta gorrión esta vez
jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
que jamás despierto encontrará.
Que nadie, nadie, despierte al niño
déjenlo que siga soñando felicidad
destruyendo trapos de lustrar
alejándose de la maldad.
En diálogo con Eduardo Berti el Flaco explica algunas ideas básicas de esta, una de sus primeras canciones:
"El tema habla por sí mismo. De algún modo es un tema contestatario. Hay una crítica a la sociedad y a la injusticia del mundo. Hoy podría llamarse ‘Los pibes de las barreras’ o ‘Vendedores de limones en las barreras’. En ese sentido, el tema tiene la virginidad que le corresponde. No hay ningún atentado en la plegaria, es una cosa toda dulce. Hasta la denuncia se hace con dulzura. Y eso habla a las claras también de un sistema represivo. Por más que el tema es llamativo y tenía un gran impacto cuando lo cantaba, si analizás la letra ves que es símbolo de una ideología cristiana: el semejante, el prójimo, la solidaridad. Una temática a la que Nietzsche se opone rotundamente".
Pero además de aquel anhelo trascendente que trasluce "Plegaria para un niño dormido", la canción refleja en él el amor del Flaco por los niños.
Ya en la banda Pescado Rabioso, regala al mundo "Todas las hojas son del viento". Y en ella le canta a su amor perdido, la misma ex novia a la que le había dedicado "Muchacha ojos de papel", quien ya con otro hombre le cuenta que está embarazada, y que pese a haber considerado abortar, decide seguir adelante con el embarazo:
Cuida bien al niño
Cuida bien su mente
Dale el sol de enero
Dale un vientre blanco
Dale tibia leche de tu cuerpo
(…)
Hoy que un hijo hiciste
Cambia ya tu mente
Cuídalo de drogas
Nunca lo reprimas
Dale el áurea misma de tu sexo
En el concierto Unplugged que grabó para la cadena MTV incluso vinculó ambas canciones, Plegaria y Todas las hojas en una misma interpretación, como si fuesen ambas partes de una misma idea, expresada en años y versos separados. E incluso reescribe los dos párrafos aquí citados para decir: Hoy que un niño hiciste, cuida bien su alma, Cuídalo de drogas, nunca lo reprimas…
El amor de Spinetta por los niños también quedó inmortalizado en una de esas joyas que por Youtube se encuentran buceando hasta el hartazgo en su inmortal obra.
Luis Alberto Spinetta falleció el 8 de febrero de 2012.Tenía apenas 62 años. En 2014, el Congreso Argentino declaró que el 23 de enero, en recuerdo de su nacimiento en 1950, sea para la posteridad el Día Nacional del Músico.