Durante el embarazo puede aparecer la presión arterial alta y presentarse de formas diferentes
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El embarazo es una etapa maravillosa para la mujer, pero también para el hombre, llena de emociones, miedos, y en el que no debemos descuidar nuestra alimentación para que el bebé se desarrolle correctamente, la mamá obtenga la energía y nutrientes que necesita y prevenir ciertas patologías características de este periodo como la diabetes gestacional o la preeclampsia.
Durante el embarazo puede aparecer la presión arterial alta y presentarse de formas diferentes.
Hipertensión crónica: cuando la mujer tiene una presión arterial alta (140/90 mmHg) antes del embarazo, temprana (antes de las 20 semanas), o la seguirá teniendo después del parto.
Hipertensión gestacional: es la presión arterial alta que se desarrolla después de la semana 20 del embarazo y desaparece después del parto.
Preeclampsia: es cuando la hipertensión gestacional y la crónica pueden conducir a esta condición después de la segunda mitad del embarazo. Una forma de diagnosticarla es el comienzo de un nuevo episodio de hipertensión durante el embarazo (con presión diastólica persistente de >90 mm Hg) acompañado por proteinuria (proteínas en la orina) considerable (>0,3 gramos/24 horas).
Los trastornos hipertensivos del embarazo afectan a alrededor del 10% de las embarazadas de todo el mundo. La preeclampsia y la eclampsia (preeclampsia que agrega convulsiones) sobresalen como las causas principales de morbilidad y mortalidad maternas y perinatales. http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/138405/9789243548333_spa.pdf;jsessionid=7084B3EB59CAC457C7C2B5C9D5C98B44?sequence=1
Pero lo más importante a destacar es que se puede prevenir y tratar oportunamente sin complicaciones.
Como padres nos enfrentamos a estos acontecimientos inesperados, pero no dudemos en consultar al médico tratante para sacarnos todas las dudas que tengamos. Ayudémonos también siempre de la oración, una muy linda para las embarazadas en dificultades que pueden hacerla juntos es esta:
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¿Qué puedo comer?
Más allá del tratamiento indicado por el médico, la alimentación es fundamental en esta patología, para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de la madre durante el resto del embarazo lo ideal es que su médico le indique que se asesore con un nutricionista, por mientras unos consejos generales.
Pautas nutricionales a tener en cuenta:
No debemos sólo centrarnos en llevar a cabo una dieta baja en sodio sino también una dieta cardiosaludable, rica en potasio, magnesio y calcio, baja en grasas saturadas pero rica en ácidos grasos omega 3.
El potasio es un mineral diurético que ayuda por tanto a eliminar el exceso de sal del organismo. Lo encontramos en la mayoría de frutas y verduras, especialmente banana, espinaca, tomate, melón o cítricos.
Ácidos grasos Omega 3, este tipo de grasas ayudan a reducir el colesterol, previene la obstrucción de las arterias y facilitan el flujo de sangre. Aquí tenemos los pescados de mar frescos, frutos secos, semillas y aceite de oliva.
El magnesio, tiene propiedades importantes para el desarrollo de huesos y crecimiento, su deficiencia está asociado a cuadros de hipertensión. Está presente en legumbres, cereales integrales, frutos secos o semillas.
El calcio ayuda a controlar la tensión, y es básica para el buen desarrollo del bebé. Se encuentra en alimentos como leche, yogures, quesos (preferir magros y sin azúcar), tofu o verduras de hoja verde.
Resumiendo, los alimentos más recomendables son:
- Carnes magras como el pollo, pavo o conejo, 3-4 veces a la semana como mínimo pescado fresco.
- Huevo, clara de huevo.
- Lácteos, elegir preferentemente los desnatados o semidesnatados.
- Verduras, hortalizas y frutas diariamente, de estación y variados.
- El pan es preferible a las galletas, elegir el pan integral, sino estilo pan francés y si es sin sal mejor.
- Frutos secos sin sal, con unos 20 -30 gramos al día es suficiente.
- Tomar abundantes líquidos por lo menos 8 vasos de agua al día.
- Elegir aceites vegetales, preferentemente aceite de oliva, para cocinar y agregar al plato.
- Realizar cocciones saludables que aporten poca grasa como la plancha, el horno, el papillote, los hervidos, al vapor.
- Si compra congelados elegir alimentos crudos congelados, que puedes encontrar sin sal.
Alimentos que debemos disminuir o evitar
- El sodio y los alimentos que lo contengan: el sodio es el encargado de regular la presión arterial, y es necesario para mantener el adecuado funcionamiento de los músculos y los nervios.
La recomendación de consumo de sodio al día es de 1300 mg, pero debemos tener en cuenta que los alimentos ya nos aportan sodio, aunque el mayor aporte proviene de la sal de mesa. Por ello lo ideal es evitarla junto con los alimentos que la contengan en mucha cantidad.
Como por ejemplo los quesos curados o semicurados, las lonchas light o los quesos de untar, las conservas o los encurtidos como las olivas, los pepinillos, la bollería, los snacks como patatas fritas de bolsa, mantequillas o margarinas con sal, el sebo o el tocino, salsas como la mayonesa, el kétchup o la salsa de soja por su alto contenido en sodio.
Evita las sopas o purés de sobre, los caldos instantáneos o los cubos saborizantes contienen mucho sodio, así como también productos precocinados industriales.
- Exceso de grasas saturadas de mala calidad y trans: embutidos, carnes curadas, fiambres, patés, conservas y ahumados de carnes o pescados y vísceras, carnes grasas. Formas de cocción como fritos y rebozados consumir esporádicamente o evitar.
- Observar las etiquetas de los productos evitando aquellos en los que se adicione sodio (Na), cloruro sódico (NaCl), glutamato monosódico o carbonato sódico.
- Evitar alimentos con cafeína y teína, ya que son estimulantes y por tanto aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Los alimentos que las contienen son: café, té, refrescos, chocolates
- Se desaconseja totalmente el consumo de alcohol en el embarazo.
Disfruta de tu embarazo, cuídate, aliméntate bien y déjate cuidar. Busca apoyo cuando lo necesites y recuerda este consejo del papa francisco para ti:
“Cuida tu alegría, que nada te quite el gozo interior de la maternidad, ese niño merece tu alegría…”
“…Vive ese sereno entusiasmo en medio de tus molestias, y ruega al Señor que cuide tu alegría para que puedas transmitirla a tu niño” (Punto 171 de la exhortación apostólica Amoris Laetitia)