Los rituales matrimoniales: una inversión para el amor El famoso terapeuta matrimonial William Doherty había dicho que al existir fuerzas demasiado fuertes en el mundo moderno que nos arrastran, lo que debíamos decidir era si girar o ir donde nos lleve la corriente. Para él, la clave para girar con éxito es “ser intencional respecto a los rituales de nuestra familia”.
El planear un calendario matrimonial le permite a la pareja pasar tiempo de calidad poblando la memoria con buenos recuerdos, que son un medio importante para cuidar el amor.
Cuando una pareja incorpora en su agenda un encuentro diario, semanal, mensual y anual; estos rituales se convierten en la clave para mantener el matrimonio fuerte, unido y comprometido con su destino.
Ritual diario
El día está plagado de oportunidades para amar. Uno puede estar en el supermercado eligiendo el chocolate preferido de su cónyuge y sin saberlo, estar entretejiendo con el hilo de lo cotidiano la unidad conyugal.
Sin embargo, el hecho de contar con un ritual diario permite que el mensaje amoroso se entregue y reciba de forma directa.
Un ritual diario puede incluir el ejercicio de tener un abrazo de casi un minuto en el día, un beso de varios segundos, la experiencia de encontrarse sentado frente a frente mirándose profundamente a los ojos o compartir un momento para rezar juntos por la mañana o por la noche.
Ritual semanal
En medio de todas las actividades diarias, tener un día de la semana pautado exclusivamente para encontrarse como pareja es importante. Puede ser una salida para conversar, tomar un café o cenar, ir al cine o ver una película, compartir un hobbie o simplemente salir a caminar.
Si una pareja sabe que los viernes por la noche es su día de la semana para compartir esa salida, no sólo evitarán entrar en conflicto con otros planes o reprogramarlo fácilmente ante alguna eventualidad, sino que las personas que los rodean lo vivirán como algo natural también.
Y en caso de ser necesario un gasto económico, será una inversión que valdrá la pena hacer; incluso si hay niños y tienen que ser cuidados por otra persona mientras la pareja pasa varias horas juntos enfocados en construir su relación.
Ritual mensual
Podemos estar tan ocupados, tiranizados por el teléfono y enfrentando crisis, que podemos pasar grandes periodos sin tener una comunicación profunda y significativa con nuestro cónyuge.
Hacer un retiro o emprender un pequeño viaje juntos de una jornada, puede producir un efecto positivo para volver a encontrarnos renovados y concentrados. Esta especie de retiro es vital para el matrimonio y la familia.
Hay una enorme necesidad de que los esposos se sientan juntos y planeen o, en cierto sentido, puedan crear mental y espiritualmente su futuro.
Pasar un día solos, ir a otro pueblo, a otra ciudad o al campo para dar paseos en bicicleta, alejarse del trabajo y el hogar para compartir lo que está sucediendo en sus vidas, discutir problemas o preocupaciones que necesitan dirigirse y resolverse, puede ser algo increíblemente provechoso.
El retirarse más lejos o más tiempo también puede generar un sentimiento de culpa al dejar a los hijos o despertar algunos temores. Lo importante es saber que dar prioridad al matrimonio, es fortalecer mucho a toda la familia.
Como alguien dijo “lo más grande que puedes hacer por tus hijos es amar a tu cónyuge”. La fuerza de este acercamiento en el matrimonio crea una sensación de seguridad en los hijos. La calidad es esa relación verdaderamente gobierna la calidad de la vida familiar.
Ritual anual
El gran festejo del año es el aniversario. Esta fecha debe ser motivo de celebración y encuentro especial con el uso de la creatividad para celebrarlo a lo grande. Puede consistir en pasar un fin de semana juntos, ir al hotel donde fueron en la noche de bodas o hacer un viaje si se puede.
Este encuentro anual proporciona una respuesta poderosa y proactiva ante el desafío de mantener vivo el amor en la sociedad actual, una manera práctica de dar prioridad a la relación y el ejemplo del compromiso que le muestra a los hijos lo importante que es el matrimonio.
Estas experiencias crean recuerdos compartidos, cuentas de banco emocional que ayudan a satisfacer necesidades fundamentales en la pareja. Por eso, tomar fotos de esos buenos momentos y mantenerlas impresas en un álbum o a la vista en el hogar, ayudan a traerlos al presente y revivirlos.
No hay forma de describir el valor del tiempo en privado de los esposos. Una pareja que vive esta experiencia, aprenderá a darle tanto valor a estos tiempos de uno a uno en su matrimonio, que en el futuro querrán cuidar a sus nietos para que sus hijos casados puedan hacer lo mismo con sus cónyuges.