Una interesante exploración sobre la paternidad del guionista de NebraskaEn The Confirmation, primera película de Bob Nelson (guionista de Nebraska) como director, un niño de ocho años (Jaeden Lieberher, a quien vimos en It y en Midnight Special) convive un fin de semana junto a su desastroso padre, Walt (Clive Owen en una de sus grandes interpretaciones), un hombre divorciado con trabajos esporádicos de carpintero que lucha por no recaer en el alcoholismo.
Son los días previos a un momento decisivo de la infancia del muchacho: en breve hará la Primera Comunión y la Confirmación. Al comienzo de ese reencuentro entre ambos, a Walt le roban la caja de herramientas que necesita para desempeñar su oficio. El hurto será la excusa, el “macguffin”, para tenerlos entretenidos intentando encontrar al culpable mientras la relación entre ambos se consolida y recuperan el tiempo perdido.
Hemos comentado por aquí, más de una vez, que uno de los problemas de las carteleras españolas es que se están ciñendo demasiado a estrenos de películas espectaculares que no aportan nada, aunque obtienen beneficios para que la maquinaria siga girando, y a cintas que dejan frío al espectador. Lo cual empuja al limbo a filmes pequeños, modestos, que merecen la pena: filmes como The Confirmation, que encuentran su hueco en la parrilla de estrenos de Movistar y Netflix.
Bob Nelson repite aquí, en cierto modo, la fórmula de Nebraska: la relación llena de altibajos y momentos cómicos de un padre y su hijo. Las dos películas están inspiradas en sus propios padres (en la ficción interpretados por Bruce Dern y Clive Owen), aunque Nelson ha transformado ese material de partida mezclándolo con ficción y elementos cinematográficos.
El cineasta cuenta en una entrevista que una de sus influencias fue Ladrón de bicicletas, y esto es algo que uno no advierte porque, salvando las lógicas distancias, allá donde Vittorio De Sica apostaba por el drama y la dureza propia del clima de postguerra, Bob Nelson opta por la comedia en los tiempos actuales, en los que el hambre, como en la obra maestra italiana, ya no es la preocupación primordial del hombre (salvo si vive, claro, en el Tercer Mundo).
The Confirmation no alcanza el nivel de Nebraska porque Alexander Payne es único filmando ciertas miserias con toques mordaces. Pero, como hemos dicho, es una película modesta y muy interesante. Sobre todo por ese personaje de padre incapaz de comportarse como tal, negado para llevar a su hijo a hacer cosas comunes como ir a comer hamburguesas o preparar él mismo una cena decente.
La clase de padre que, sin embargo, transmite ciertos valores a su hijo sobre escuchar a los mayores para luego, de adulto, decidir qué es lo correcto; sobre la necesidad de abrirse camino luchando; sobre hacer un trabajo en el que prime la calidad; sobre mantener a salvo la base de un empleo (en su caso, es imprescindible la caja de herramientas, como lo era la bicicleta para los personajes basados en la novela de Luigi Bartolin, publicada en España por Sajalín Editores).
El título de la película comporta varios significados. El niño va a ser confirmado por la iglesia, pero de algún modo también necesita ser confirmado por su padre mediante esa travesía urbana que integra tantos elementos característicos de la clase trabajadora en el paisaje norteamericano: tiendas de empeño, caravanas, capillas, tabernas, talleres…
Aunque, al principio, Walt parece escéptico ante la comunión del muchacho, Nelson introduce una escena en la que nos muestra que se trata de un hombre que quizá ya no sea practicante, pero que mantiene la fe: “Dicen que Dios vive en los detalles”, le comenta a su hijo mientras, juntos, reparan una puerta. Y es en los pequeños detalles, también, donde los cineastas demuestran su valía.
Ficha Técnica
Título original: The Confirmation
País: Canadá
Director: Bob Nelson
Guión: Bob Nelson
Música: Jeff Cardoni
Género: Comedia
Duración: 101 min.
Reparto: Clive Owen, Jaeden Lieberher, Maria Bello, Robert Foster, Tim Blake Nelson, Patton Oswalt, Stephen Tobolowsky, Mathew Modine