“Lo hacemos desde ideas profundas sobre la vida humana, la justicia, la defensa del que menos tiene, etcétera, por eso reivindico la conciencia, y no la línea ideológica, estamos en el campo de lo más fondo del humanismo, no de ideología”.La sesión de la Cámara de Diputados en la que se dio media sanción al proyecto de ley que legaliza el aborto en la Argentina tuvo más de 100 expositores. Muchos habían preanunciado su voto a partir de las redes sociales; algunos, que votaron a favor o en contra fueron cambiando de voto durante los últimos días y horas.
Entre quienes fueron coherentes entre lo que anunciaron los últimos días y lo que expresaron en la Cámara se resaltó el caso de Luis Contigiani, un diputado por la provincia de Santa Fe por el Frente Progresista Cívico y Social, plataforma de ocho partidos. Cuando primero se supo de su postura a favor de la vida desde la concepción, unos días antes de que tenga lugar la votación en la cámara, le llovieron críticas y pedidos de renuncia, incluso de funcionarios públicos de su provincia.
Él aclaró su postura en una larga carta, aseguró que en la plataforma progresista convivían personas con distintas percepciones sobre este tema, y el día de la votación, brindó uno de los alegatos más efervescentes y emocionantes a favor de la vida.
Contigiani aclaró que no habló en nombre del socialismo, que integra su frente, y al que pertenecen muchos de los votantes. Habló en “nombre de la libertad de conciencia”. “Lo hacemos desde ideas profundas sobre la vida humana, la justicia, la defensa del que menos tiene, etcétera, por eso reivindico la conciencia, y no la línea ideológica, estamos en el campo de lo más fondo del humanismo, no de ideología”.
“Le habla un tipo limitado, de base, humilde, con muchas contradicciones. Pero tengo una profunda y simple convicción humana de que la vida hay que defenderla y no hay ningún argumento, ninguna causa para eliminar una vida en la Argentina. No puede ser esa nuestra decisión, no puede ser esa la decisión de la política. Me revelo, me revelo frente a eso. No hay un acto más revolucionario, y se los digo a los jóvenes que enarbolan pañuelos celestes y verdes con mucha pasión, los envidio, los envidio… Les digo a esos jóvenes que no hay un acto más revolucionario que defender la vida y la justicia social en una patria”.
¿Traición a lo que los votantes socialistas que hubiesen esperado otra cosa? No más que la del presidente Mauricio Macri quien se expresó “a favor de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural” durante el último Congreso Eucarístico y durante la campaña electoral, pero habilitó un debate que podría llevar a la legalización y criminalización de los centros objetores y aseguró que no vetaría la ley.
Tampoco de Cristina Fernández de Kirchner, quien siendo presidente se opuso siempre al aborto, y ahora, tras ser electa senadora manteniendo la misma postura, se expresó a favor de la despenalización y muy probablemente vote en ese sentido dentro de unas semanas. Hubo un diputado que se fotografió con un pañuelo celeste y en pocos días cambió su postura…
No asomaba para este período electoral una votación sobre el aborto hasta que el presidente la habilitó, y por eso muchos candidatos no habían hecho pública su postura o muchos votantes no habían estado atentos a ella. En ese escenario, no hay lugar a dudas en la exposición de Contigiani que se expresa desde una profunda convicción humanista, cueste lo que le cueste en su carrera política.
