Dos días más tarde de su detención, Muñoz se ahorcó en su celda después de que le notificaran que sería separado de su familiaApenas el siete de mayo pasado el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, había anunciado la política de “tolerancia cero” en caso de que migrantes centroamericanos intentaran cruzar la frontera de México con Estados Unidos acompañados de sus hijos o de sus familiares.
Sessions fue claro al decir que la política migratoria del presidente Trump tenía un carácter disuasorio, y que la separación de los niños pequeños de sus padres tenía por objeto impedir que siguieran pidiendo asilo en Estados Unidos (independientemente de que vinieran huyendo de condiciones de violencia extrema como las que se viven en algunos países de Centroamérica).
La nueva medida impone sanciones criminales potenciales a quienes crucen la frontera y que previamente enfrentaron principalmente procesos de deportaciones civiles y, en el proceso, obliga a la separación de familias que cruzan la frontera.
Al parecer, esta “política disuasoria” ya se ha cobrado su primera víctima. Se trata del hondureño Marco Antonio Muñoz, de 39 años de edad, quien cruzó el río Bravo el 11 de mayo, cuatro días después de las declaraciones de Sessions. Muñoz viajaba con su esposa y su pequeño hijo de tres años de edad. Había cruzado la línea fronteriza cerca de Granjeno (Texas).
Dos días más tarde de su detención, Muñoz se ahorcó en su celda después de que le notificaran que sería separado de su familia. Un vocero de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos dijo en una declaración que Muñoz fue detenido por agentes de la Patrulla Fronteriza el 11 de mayo por “intentar un ingreso ilegal a Estados Unidos” y que fue llevado al centro de detención cercano al río Bravo.
Ahí, Muñoz y su familia indicaron que deseaban solicitar el asilo, según reportó The Washington Post; los agentes de la Patrulla Fronteriza les dijeron que serían separados.
Durante su estancia en el centro de detención, el vocero de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza dijo que Muñoz “se volvió problemático y agresivo”, por lo que las autoridades lo movieron para que pasara la noche en una cárcel en el condado Starr, en Texas, alrededor de 65 kilómetros al oeste del centro de detención.
Aunque el comunicado no indica si Muñoz estaba con familiares en la frontera ni explica por qué se volvió agresivo, medios reportaron que su enojo aumentó después de enterarse que su familia sería separada, según un reportaje de The New York Times en Español.
Un informe público dado a conocer por el fiscal general de Texas dice que Muñoz, fue ingresado a la cárcel la noche del 12 de mayo. Él se mostraba “agresivo y no seguía las indicaciones” y comenzó una riña con los oficiales de detenciones Héctor López y Crescencio Galván, antes de ser colocado en una celda acojinada.
Durante la noche, los oficiales verificaron cada treinta minutos que se encontrara bien, menciona el informe; sin embargo, durante el turno matutino, otros oficiales encontraron a Muñoz muerto en el piso.
La muerte fue anotada en el informe como suicidio por estrangulación auto provocada. Los agentes de seguridad revisaron videograbaciones de qué pasó en la celda durante la noche, dice el informe, sin embargo, no se ha determinado cómo pudo suceder.
“La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza se toma muy en serio cada pérdida de una vida y ha comenzado una investigación interna para asegurarse de que estas políticas fueron seguidas”, señala el comunicado de la agencia, en referencia a los estándares de la institución sobre el transporte, escolta, detención y revisiones de seguridad.
El escueto informe hecho público por la oficina del sheriff del condado de Starr, René Fuentes, indica que Muñoz llegó a la cárcel en custodia el 12 de mayo a las 21:40 y fue declarado muerto el 13 de mayo a las 10:17. Nada más.