separateurCreated with Sketch.

¿Adicto al ocio? Desafiantes consejos de san Francisco de Sales

La adicción al ocio nos separa de Dios y de nuestra mejor versión de nosotros mismos.

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Philip Kosloski - publicado el 10/06/18 - actualizado el 24/01/23
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Sus palabras pueden ser difíciles de digerir, pero quizás ofrezcan la clave para una alegría y felicidad duraderas

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.

Deseo donar en 3 clics

Considerado uno de los santos más influyentes de los últimos 500 años, san Francisco de Sales destacó en el siglo XVII como escritor espiritual.

Escribió uno de los clásicos espirituales más populares de todos los tiempos, la Introducción a la vida devota.

Con esta obra cambió el panorama de la escritura espiritual y ofreció inspiración a incontables almas desde su publicación. Su espíritu amable y sus consejos prácticos hacían de este libro algo aplicable a cualquier edad.

En esta galería fotográfica o bien en la página 2 verás las 5 citas poderosas de su profundo libro. Francisco de Sales desafía al alma a examinar su apego a las actividades de ocio y a ciertos tipos de entretenimiento.

Los juegos, los bailes, los festines, las pompas, las comedias no son esencialmente cosas malas, sino indiferentes, y pueden ejecutarse bien o mal.

Aunque sea lícito jugar, bailar, adornarse, asistir a representaciones honestas y a banquetes, si alguien llega a aficionarse a ello, es cosa contraria a la devoción y, en gran manera, peligrosa.

No está el mal en hacerlo, sino en aficionarse.

Los niños corren y se cansan detrás de las mariposas; a nadie parece mal, porque son niños. Pero, ¿no es cosa ridícula y muy lamentable ver cómo hombres hechos se aficionan e impacientan por bagatelas tan indignas, como lo son las cosas que acabo de enumerar, las cuales, además de ser inútiles, nos ponen en peligro de desarreglarnos y desordenarnos, cuando vamos en pos de ellas?

Es un mal sembrar de afectos inútiles y vanos la tierra de nuestro corazón, pues ocupan el lugar de las buenas impresiones e impiden que la savia de nuestra alma sea empleada por las buenas inclinaciones.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.