“La seguridad de los peregrinos, tanto locales como extranjeros, cristianos o musulmanes, es tan sagrada como la santidad de los lugares que visitan”. El sacerdote franciscano que fue atacado el 1 de junio por uno de los dos jóvenes que había acosado previamente a un grupo de peregrinos en visita al lugar del nacimiento de Jesús se llama padre Fadi Shalufa y es responsable del santuario de la “cueva de la leche” . Los dos agresores han sido detenidos por la policía palestina.
Wadie Abunassar, portavoz de la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa, ha comunicado a los medios la dinámica del ataque, con el objetivo de corregir versiones incorrectas del incidente, que han sido lanzadas en medios locales y redes sociales.
Los dos jóvenes, según el portavoz de los obispos católicos de Tierra Santa, estaban molestando a un grupo de peregrinos que se dirigían a la iglesia de la cueva de la leche, que está junto a la Basílica de la Natividad.
Ante este comportamiento, el padre Fadi se limitó a hacer pasar rápidamente a los peregrinos dentro de la iglesia, y luego cerró la puerta e impidió el acceso a los dos hombres. Desde ese momento, los dos comenzaron a despotricar contra el fraile, y uno de ellos incluso trató de golpearlo a través de la barandilla de la puerta con un objeto contundente (probablemente un cuchillo) sin conseguir lastimarle.
La escena fue grabada por las cámaras de vigilancia. Wadi Abunassar ha dado las gracias a la Autoridad Nacional por movilizarse rápidamente y detener a los dos agresores. Y ha invitado a los usuarios de redes sociales a no volver a lanzar versiones no verificadas del incidente. También la Custodia franciscana de Tierra Santa, según informa el sitio de información en línea abouna.org, ha expresado confianza en las autoridades palestinas y en su compromiso de garantizar el libre acceso a los Santos Lugares, recordando que “la seguridad de los peregrinos, tanto locales como extranjeros, cristianos o musulmanes, es tan sagrada como la santidad de los lugares que visitan”.
Artículo publicado originalmente por Agenzia Fides