La Iglesia expresa dolor y férreo compromiso en el combate de estos crímenes, luego de considerase verosímiles las acusaciones en contra de un sacerdote denunciado La ciudad de Cuenca, en Ecuador, vivó en los últimos días de marchas y protestas por casos de abusos sexual contra menores y que tienen en el centro de escena a un sacerdote, el padre César Cordero, sobre quien recaen acusaciones por hechos sucedidos hace más de 40 años.
A raíz de esta situación, que comenzó a recobrar fervor en los últimos días luego de declaraciones de presuntas víctimas, desde la Arquidiócesis de Cuenca se emitió un comunicado en el que se establece que luego del estudio de las pruebas “se considera verosímiles las acusaciones en contra del sacerdote” por abuso sexual de menores de edad.
Es por ello que se ha decidido “la suspensión del ejercicio del ministerio público”. “Hacemos un mea culpa a la víctimas, personas y comunidades que hubieran sido afectadas por los escándalos de clérigos, les pedimos perdón”, sostienen.
COMUNICADO DE PRENSA DE LA ARQUIDIOCESIS DE CUENCA.
Hoy, el Secretario de comunicación de la Arquidiocesis de Cuenca, dio lectura del comunicado de prensa emitido luego de haberse concluido el proceso de Investigación Previa contra el Sacerdote Cesar C.M. pic.twitter.com/0lFEVM8xLy
— Iglesia de Cuenca (@iglesiadecuenca) May 31, 2018
Compromiso, dolor y acciones preventivas
Lo propio hizo la Conferencia Episcopal de Ecuador, que también se manifestó públicamente con respecto a la situación de los abusos sexuales contra menores al interior de las comunidades religiosas.
“Expresamos nuestro rechazo a toda forma de abuso físico, psicológico y sexual contra menores, que pueda darse en las familias o en las instituciones públicas y privadas, por constituir grave delito que afecta a la persona en todas sus dimensiones”, señalan en un comunicado difundido en las últimas horas.
“Asimismo, manifestamos nuestro profundo dolor frente a los hechos denunciados, ya sancionados o que se encuentran en proceso de investigación”, prosiguen.
En ese sentido, también se hizo énfasis en el compromiso “a tomar medidas preventivas contra este flagelo que afecta a nuestras familias, la Iglesia y la sociedad en general, siendo diligentes en la protección de las poblaciones vulnerables que nos encomiendan”.
“Nos solidarizamos con cada una de las víctimas de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia y la sociedad en general, ofreciendo asesoría legal y acompañamiento psicológico y espiritual”, subrayan.
Por último, a nivel de Iglesia se reconoce el papel de los medios de comunicación y de organizaciones sociales en la presentación y seguimiento de denuncias para el rápido accionar de los organismos competentes.
“Reiteramos nuestro compromiso con la defensa de la vida y las acciones preventivas orientadas al cuidado de la inocencia de los menores y jóvenes, toda vez que es también una responsabilidad compartida con la sociedad en general, promoviendo confianza en el respeto a los derechos fundamentales de los niños, en el contexto de una preocupación constante por el bien común”, expresan.
De esta manera, el tema de los abusos sexuales también genera sacudón en Ecuador e interpela a la Iglesia, que ya se ha mostrado con determinación en la toma de decisiones –en un momento donde la situación de la Iglesia chilena con respecto a los abusos sexuales ha despertado mayor sensibilidad con respecto a las denuncias y las víctimas-, país donde desde hace meses también el tema se ha hecho presente a nivel social por casos en centros educativos, entre otros.