¿Estar enamorada te parece una de las cosas esenciales de la vida? Quizás, pero es posible sentirse fantástica sin estar enamorada. Vivir la soledad puede enriquecerte y aportarte una plenitud auténtica. Luego, algún día, encontrarás mejor a esa persona que te complemente.“¡Estás deslumbrante! ¿Es que has conocido a alguien…?”. Es una frase que las solteras escuchan a veces. ¿Es que hay que estar enamorada para estar deslumbrante? Por supuesto que no. Sin embargo, para brillar desde el interior hace falta no esconderte de ti misma… ni de los demás.
Muchas mujeres que vuelven a la soltería después de una ruptura dolorosa recuperan la confianza a través de los comentarios y los “me gusta” que inspiran en redes sociales o webs de citas.
¿Es esta una forma de conocer a tu media naranja? Ciertamente, tienen en mente las cualidades del hombre ideal. Sin embargo, una vez lanzadas a las redes a la búsqueda de likes, ya dejan de prestar atención a otras cosas. El número de ‘me gusta’ se convierte en el único testimonio de su valor. Entonces es fácil caer en lógicas como: “Le dio a ‘me gusta’ porque le parecí atractiva, así que… él debe merecer la pena”.
Al ver la soledad como un fracaso, se corre el riesgo de dejarse gobernar por la tristeza, la expectativa o la frustración y convencerse de que solo hay una cosa que cuenta: salir de este marasmo a través de una sobreactividad ilusoria, de una búsqueda de popularidad o del reconocimiento social a toda costa.
Una huida del tiempo presente (y real) del que ya se han dejado de ver los beneficios.
Conocer a otras personas es siempre un momento precioso en la vida. Pero tampoco debemos obsesionarnos.
Vivir serenamente la soltería es posible, siempre y cuando observemos nuestro “GPS” interior.
Para “orientarnos” bien, es necesario hacerse una serie de preguntas:
- ¿Dónde estoy en el camino de mi vida?
- ¿Cuál es el perfil de hombre que me gustaría conocer?
- ¿Hacia dónde podríamos caminar juntos?
- ¿Necesito un hombre que me coja de la mano para disfrutar de mi propia vida?
- ¿Es imposible disfrutar de la belleza de la vida siendo soltera?
Vivir plenamente la vida de soltera
Una vez trazado este mapa interior, podremos avanzar. Esta guía nos evita el callejón sin salida de una forma de vivir la soledad que podría destruir nuestra libertad interior y la alegría de vivir.
La vida de soltero es sobre todo una vida de verdad.
La soledad no es privilegio de los que viven solos. También les sucede a quienes están en pareja, incluso en parejas casadas donde la comprensión parece perfecta.
Así que, para brillar con luz propia, ¡pon freno a la culpabilidad y deja paso a la aceptación de la soledad serena!
Algunos consejos para vivir plenamente tu soledad y abrirte a un encuentro duradero:
- Organiza tu vida de forma que te haga querer levantarte cada mañana. Salir, conocer gente.
- Ten una actitud hacia los demás basada en la abertura, la curiosidad, la sencillez.
- Entra una relación de forma natural, sin teatralidad, sin desempeñar un papel.
- No rechaces una conversación libre, auténtica y ligera. No cierres los ojos a la mirada de otro.
- No escudriñes su aspecto, no des por supuesto cosas solamente por la forma en que te propone tomar un café.
- Si decides dar un paso hacia los demás, no caigas en la trampa de quedarte en las impresiones: las que tú tienes… y las que el otro pueda tener de ti.
- En una cita, no conviertas tu miedo al silencio en una investigación policial. Acribillar al otro a preguntas ahuyentará a las personas más entusiastas. Entrar en una relación significa tener un interés en el otro. No tiene nada que ver con un interrogatorio ni una recopilación de datos.
- Sé sincera. Una conversación no consiste solamente en ser agradable, amable y benévola. También debemos (sobre todo) ser honestas. No es una conversación profesional, sino el nacimiento de una relación entre una mujer y un hombre.
- ¿Quieres que te dé a ‘me gusta’ o que te ame? No esperes cumplidos zalameros ni euforia. No te decepciones si la otra persona no te envía mensajes románticos, o si no ha intentado hacerte reír. Lo que buscas es intimidad, no adrenalina.