“A mi edad, llegan las cataratas y no se ve bien la realidad. (…) Lo mismo pasa con el alma”.Al final de la misa del Jueves Santo en Roma, el papa Francisco anunció que se someterá a una operación de cataratas en algún momento del año que viene, según informó la oficina de prensa de la Santa Sede.
Antes de marcharse de la prisión Regina Coeli en Roma, donde había celebrado la Cena del Señor, el Supremo Pontífice reflexionó sobre la frase “limpiar nuestros ojos” en su saludo final al director y a un preso.
“A mi edad”, explicó, “llegan las cataratas y no se ve bien la realidad. El próximo año debo operarme”.
Una catarata es un oscurecimiento de la lente interna del ojo, que debe ser extraído y reemplazado por una lente artificial.
“Lo mismo pasa con el alma”, continuó el Papa: el trabajo de la vida, el cansancio, los errores y las decepciones oscurecen nuestros ojos, los ojos del alma. El pontífice recomendó limpiarnos los ojos diariamente, con una “operación de cataratas para el alma”.
Según Francisco, es una manera de ver que “nos abre a la esperanza”, que ve el vaso “medio lleno”. De la misma manera, añadió, una sentencia de prisión que no está abierta a la esperanza “no es cristiana, no es humana”. Esto es especialmente cierto en el caso de la pena de muerte, insistió. “Debemos sembrar esperanza. Siempre, siempre”.