Los primeros momentos de las interacciones son vitales. Aprovecha esta oportunidad para dejar una buena huella en los demás.Dicen que la primera impresión jamás se olvida. Es cierto pero no estoy tan de acuerdo cuando se afirma que ese efecto se quedará para siempre marcado en nosotros, cual letra escarlata. Generalmente es así, y cambiar las primeras impresiones, cuando no son positivas, cuesta mucho.
De aquí la importancia de causar una buena primera impresión. Y no por el qué dirán sino porque en nosotros existe la real necesidad de ser aceptados.
Además porque, nos guste o no, como juzgones por naturaleza. Basta una rápida “escaneada” para hacer un juicio en base al comportamiento del otro. De la misma manera nos juzgan los demás a nosotros mismos. Así de rápido. Así de fácil.
Por todo ello, es importante cuidar gestos básicos que nos permiten causar una buena primera impresión. En tus manos está crearlos. Mentaliza y trabaja hacia la imagen que deseas proyectar cuidando detalles como estos:
- Preparación: Si es una cita preestablecida, prepárate. Cuida detalles básicos de atención hacia los demás: infórmate con quién te verás, qué intereses pueden tener en común… Si has sido invitado a comer o a cenar, llévale un detalle para decirle en silencio: “pensé en ti”.
- Sonríe: Preséntate siempre con tu mejor sonrisa pues esta tiene el poder de remover corazones, de cambiar estados de ánimos y de soltar tensiones.
- Deja el cansancio en casa. Si te sientes cansado y/o estresado será mejor que te tomes una tacita de café y recobres la energía. No hay nada más incómodo que ver llegar a alguien con cara larga y/o cansada.
- Cuida tu apariencia. Bien bañadito, peinadito y perfumadito. No necesitas vestirte con ropa de marca, pero sí vestirte con buen gusto, de acuerdo con la ocasión. Con tu manera de presentarte reflejas el respeto que sientes hacia los demás.
- Tal y como eres. Las personas “plásticas” se notan de inmediato. Así que preséntate de una forma auténtica, honesta y no aparentando algo que no eres.
- Discreción. Habla lo prudente de una forma sencilla y elocuente. Así caerás bien. Evita platicar más de la cuenta pero tampoco te quedes corto. Y di adiós a las arrogancias.
- Y, sobre todo, ¡escucha! Mira a los ojos de quien te habla e interésate por él. Estas ante una nueva persona que seguro tiene una historia e ideas interesantes. .
- Fuera celulares. Sobre todo durante los 10 primero minutos. Recuerda que lo más importante en ese momento es el ser de carne y hueso que está delante de ti. Uno le dedica tiempo a aquello que aprecia y valora y el darle tu atención es señal de educación y de que le respetas.
- Sé puntual. La puntualidad es una virtud de caballeros. Nunca hagas a los demás que esperen por ti. No des pie a que en ese espacio perdido te juzguen tu falta de respeto. ¡Si, porque la impuntualidad es una gran falta de respeto!
- Cuida tu lenguaje corporal. Con él puedes reflejar confianza. Para ello mantén un sereno contacto visual con la otra personas. Las personas honestas auténticas miran a los ojos cuando hablan. Recuerda que la comunicación no verbal abarca el 70% de las interacciones personales.
- Preguntas oportunas. Haz preguntas inteligentes demostrando verdadero interés por la otra persona y escucha su historia. Déjala hablar la mayor parte del tiempo para que lo que recuerde sea que tuvo una estupenda conversación contigo.