La Iglesia no tiene una doctrina oficial sobre abstenerse de practicar sexo durante la Cuaresma. Sin embargo se cree que esta renuncia se solía fomentar en los siglos XIV y XV, según el profesor de Historia cristiana Denis Janz, de la universidad Loyola en Nueva Orleans.
Lo sabemos porque, según Janz, los registros de la Iglesia mostraban un drástico declive en nacimientos nueve meses después de la Cuaresma.
Como católicos, únicamente se nos exige renunciar a la carne los viernes de Cuaresma y ayunar, obligatoriamente, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
Hay otras renuncias posibles durante este tiempo, pero ya son por decisión personal, o por costumbre cultural. No por obligación.
¿Qué dice la Biblia?
Es verdad que abstenerse del sexo para dedicar un tiempo a la oración tiene raíces bíblicas: lo recomendaba el Apóstol Pablo a los Corintios (1 Corintios 7,5).
"No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo, por cierto tiempo, para daros a la oración; luego, volved a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia" (el énfasis en negrita es mío).
Es importante que la decisión de abstinencia del acto marital como forma de oración y acto de penitencia se haga mutuamente.
Un cónyuge nunca debe decidir unilateralmente que va a ser más espiritual que el otro durante este periodo y contenerse o negar las solicitudes del otro cónyuge.
También hay que valorar si este acto de piedad puede convertirse en un obstáculo para su caridad o sembrar semillas de resentimiento, ya sea hacia el o la cónyuge o hacia otras personas.
Es decir, si no mantener sexo con tu cónyuge empieza a generar animosidad o división marital, entonces es obvio que no está sirviendo a su propósito cuaresmal.
El objetivo último
Hay múltiples beneficios en la abstinencia, como el fomento de la generosidad, una vida de oración mejorada, un mayor autocontrol, un refuerzo de la comunicación entre esposos, además de un incremento en las formas en que se muestra el afecto, lo cual de hecho puede fortalecer la intimidad.
Si ambos deciden renunciar al sexo durante la Cuaresma, también tengan en cuenta algo importante. No pasa nada si patinan o si les resulta un reto demasiado difícil o si es demasiada presión para su matrimonio.
Como he dicho, no hay nada obligatorio excepto la abstinencia de carne el viernes y el ayuno en Miércoles de Ceniza y Viernes Santo.
Incluso pueden plantearse una versión más liviana de su decisión de Cuaresma sin sexo. Por ejemplo, abstenerse de la práctica sexual el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo solamente, o durante toda la Semana Santa.
Sea cual sea su decisión, espero que les ayude a crecer como pareja y que les acerque más a Cristo. Ese debería ser el objetivo último.