Al marcar un tanto este crack, de la cancha y de la vida, se emocionó, se arrodilló, y señalando al cielo lo dedicó a todos sus compañeros fallecidos aquel noviembre de 2016.
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La vida de Alan Ruschel no acabó en el fatídico vuelo de LaMia como la de 19 de sus compañeros. Su carrera, por heridas físicas y espirituales, podría haberlo hecho. Pero el defensor brasilero de 28 años sigue dando testimonio de su asombrosa recuperación y a fuerza de buenos rendimientos e incluso un gol, se ganó un lugar en el Chapecoense hasta diciembre de 2020. Así lo dice su nuevo contrato, que acaba de rubricar.
En fútbol, suele decirse que los encuentros amistosos de verano no sirven para mucho. Pero enero, para los profesionales de la redonda en el cono sur, es el mes en el que puede definirse el año. Los entrenadores aprovechan para probar jugadores, hacer variantes, y perfilar las temporadas. Y Ruschel aprovechó sus minutos en cancha para ratificarse como una opción del Chape, más allá de lo emocional.
Estos días marcó su primer gol en un partido competitivo, en un encuentro entre el Chapecoense y el Tubarao. En juego estaba la simbólica Recopa Catarinense, entre el campeón estadual, el Chape, y el de la Copa Santa Catarina. Fue el tercer tanto del partido, y en un atisbo pudo verse que el lateral tiene la velocidad y la sagacidad intacta, puesto que leyó una rápida recuperación del balón en campo contrario, cruzó en diagonal hacia el área adversaria marcando el pase a un compañero, y cuando llegó la asistencia, la picó por encima del arquero cambiando velocidad y rumbo esperado.
El crack, en la cancha y en la vida, se emocionó tras el tanto, se arrodilló, y señalando al cielo lo dedicó a todos sus compañeros fallecidos aquel noviembre de 2016.
Ruschel viene compitiendo de manera regular desde septiembre, tras su asombrosa recuperación de, incluso, una fractura de cadera. En un plantel absolutamente renovado, supo ganarse su lugar para el torneo brasileño e incluso tuvo rodaje en partidos internacionales.
Con su rendimiento e incluso este tanto, confirma que nadie, aunque se lo mereciese, le está regalando nada. Y el club en el que conoció la tragedia más grande e irreparable de la historia reciente del fútbol sudamericano, ahora dueño de su corazón, acaba de ofrecerle contrato hasta diciembre de 2020.
Ruschel había llegado por segunda vez en 2016 al Chape, en lo que sería el mejor año de la historia del Club. Ya lo conocía de 2013, cuando había disputado algunos partidos antes de pasar al Internacional de Porto Alegre, club dueño de su pase por estos años.
La generosidad del Inter tras la tragedia y la confianza en él, aún cuando el jugador no se encontraba en su plantilla, fue notable, ya que le garantizó días después del accidente contrato hasta 2018.
Ahora, nuevamente generoso, el club de Porto Alegre facilitó la rubrica para que Ruschel sea parte definitiva del Chape hasta 2020. Al conocerse la noticia del nuevo contrato, el presidente del Inter le dedicó unas cálidas palabras en Twitter diciéndole: “Toda la suerte en esta nueva etapa de tu vida. Eres un ganador y te mereces lo mejor”. Ruschel lo es.