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Profesora universitaria desde El Congo: “Acá sufrimos tanto como en Venezuela”

CONGO
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Carlos Zapata - publicado el 25/01/18
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Comparten un mismo drama, pero también una misma esperanza unidos en la oración. El clamor por paz y justicia se eleva a Dios, en medio de encendidas protestas que dejaron no pocos muertos y heridos durante la víspera

En conversación con Aleteia, un sacerdote venezolano que pidió el anonimato compartió el mensaje que una educadora actualmente convertida en laica misionera compartió desde El Congo, donde se viven momentos de fuerte tensión en medio de protestas para exigir elecciones en la región africana.

“Quise enviarles una nota de voz, pero no me siento capaz. Este país tan distante geográficamente y tan distinto culturalmente de Venezuela, lamentablemente sufre una misma realidad”, dijo.

“Hoy pasé la gota más amarga como católica cuando nos despertamos con la noticia de que la ciudad estaba llena de militares y policías que impidieron a la gente salir de sus casas, transitar por las calles para evitar que asistieran a la habitual misa dominical”, agregó.

“Aquí como allá, la ambición de un gobierno dictatorial, corrupto, mediocre y asesino, que desea exclusivamente perpetuarse en el poder, impidió que la gente fuera a orar. Nosotros estamos fuera de la ciudad, diríamos en una zona semiurbana; incluso aquí, policías y militares durmieron desde anoche en los alrededores de nuestra parroquia para cumplir con la orden dada”.

“Nuestro padre director salió como es su hábito a las 7:00 am para la parroquia, y su sorpresa fue el silencio total (pues no había fieles en ella). Consternado, regresó a la casa de comunidad y luego de bajar la cabeza dijo: ‘Haré misa en la casa de los niños’, como acostumbra el padre Mario a las 8:30 am”.

Entre el canto de los niños y su homilía, dice la misionera “no pude evitar que se me bajaran las lágrimas en varias ocasiones. Me conmovió cuando se dirigió a los niños y les dijo: ‘Hoy, policías y militares impidieron a la gente orar, incluso aquí en nuestra parroquia. Les pido que recen, pues la oración de los niños es oración de Ángeles, porque ustedes no tienen pecado. Pidan a Dios que la paz, la tranquilidad y el entendimiento reinen en el país y no haya más derramamiento de sangre y se haga su voluntad”.

Recordó que en esa nación “varios sacerdotes resultaron golpeados y heridos por atreverse a celebrar la misa”, al igual que fueron atacados “monaguillos y feligreses”.

Sostuvo que una situación similar ocurrió el 31 diciembre del 2017, cuando el obispo llamó al pueblo a marchar pacíficamente luego de celebrar la misa, a fin de pedir que se cumplieran los acuerdos suscritos en San Silvestre el 31 de diciembre de 2016, cuando el Gobierno se comprometió a convocar elecciones en el año 2017, algo que no ocurrió.

“Quise enviarle este mensaje para que les diga a nuestros hermanos venezolanos que no solo allá están viviendo una situación desastrosa; sino aquí, en la República Democrática del Congo, también la población sufre grandes oprobios. Queremos rogarles que nos acompañemos en la oración. Que vean que no están solos en el sufrimiento. Sepan que muchos pueblos sufren las mismas tragedias, desafortunadamente”.

De mi parte, agregó, “la tristeza es doble: sufro viendo las injusticias que vive mi querida Venezuela y las que aquí se repiten en este país, rico en minerales pero cuya población está sumergida cada vez más en la miseria. Este es un país al que he aprendido amar”.

El llamado del Papa por El Congo

Esta semana, durante su visita a Perú, Papa Francisco pidió esfuerzos para evitar la violencia y buscar soluciones tras una nueva oleada de violencia en la República Democrática del Congo (RDC).

Tras concluir el mensaje dedicado a los jóvenes desde el balcón del arzobispado, durante el rezo del Ángelus en Lima, el Pontífice se refirió a la delicada situación de ese país. Dijo que el mundo está “lleno de guerras y de problemas” y constató que le habían llegado noticias muy preocupantes desde República Democrática del Congo.

Al respecto indicó: “Pido a los responsables, a las autoridades y a todos en este amado país que pongan su esfuerzo a fin de evitar toda forma de violencia y buscar soluciones a favor del bien común”. Después pidió a los fieles reunidos en la Plaza de Armas de la capital peruana que recen “por los hermanos en Congo”.

De acuerdo con cifras provisionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al menos cinco personas murieron esta semana en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo (RDC), por disparos de la policía que dispersó a grupos de manifestantes que pedían la celebración de elecciones.

La serie de encendidas protestas contra el mandatario Joseph Kabila fueron convocadas por la oposición y secundadas por sacerdotes católicos que exigen comicios. Medios locales reportan que la multitudinaria protesta empezó después de una misa. La exigencia de la población es poner fin al mandato del presidente.

El gobierno había prohibido cualquier tipo de manifestación “por alterar el orden público”, y mantenía suspendido el acceso a Internet en toda la nación. Las marchas fueron reprimidas por fuerzas de seguridad en zonas como Kisangani, la fronteriza Bukavu y en Kalamu, de acuerdo con prensa local.

Además del saldo mortal, 35 personas resultaron heridas y 63 fueron arrestadas en la capital de RDC, en una jornada de enfrentamientos en los que fuerzas de seguridad también lanzaron gases para dispersar a los manifestantes.

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