Resumen del Informe de Oxfam: “Premiar el trabajo, no la riqueza”Una de las realidades que ha encontrado –y denunciado—el Papa Francisco en sus seis viajes a América Latina (a Brasil, Cuba, Cuba y México, Ecuador, Bolivia y Paragua, Colombia, Chile y Perú) es la enorme desigualdad y la terrible distribución del ingreso que enfrenta la región.
Y para muestra, basta un botón. Mientras 16 por ciento de los trabajadores asalariados y 28 por ciento de quienes trabajan por cuenta propia en América Latina y el Caribe, apenas ganaron para sobrevivir, en 2017, la riqueza de los multimillonarios latinoamericanos creció en 155,000 millones de dólares.
Son datos que destacan del reciente informe sobre desigualdad en el mundo, presentado por Oxfam, un estudio que lleva en el título el objetivo que persigue este organismo multinacional: el de “Premiar el trabajo, no la riqueza”.
La dinámica latinoamericana y caribeña no está desligada de la (infortunada) dinámica mundial. Según Oxfam, el año pasado se disparó el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones de dólares: hubo un nuevo multimillonario en el mundo cada dos días
Al finalizar 2017, formaban la escuadra de multimillonarios en el planeta 2,043 personas con fortunas por encima de los mil millones de dólares, de las cuales nueve de cada diez son hombres.
Los últimos datos obtenidos de la financiera Credit Suisse indican que 42 personas poseen actualmente la misma riqueza que los 3,700 millones de personas más pobres del mundo. Sólo en los últimos doce meses, la riqueza de esa élite aumentó en 765,000 millones de dólares.
Mientras los salarios de la mayoría apenas crecieron una media de dos por ciento anual, la riqueza de los multimillonarios aumentó en 13 por ciento. “Con lo que ese grupo ha ganado bastaría para terminar con la pobreza extrema en todo el mundo hasta siete veces”, dice el informe de Oxfam.
“La bonanza de los súper ricos se erige, señala el informe de Oxfam, sobre el trabajo peligroso y mal remunerado de una mayoría. Mientras las mujeres ocupan los empleos más precarios, prácticamente todos los multimillonarios son varones”.
La desigualdad no es inevitable
Por lo demás, Oxfam estima que el número de personas con trabajos vulnerables ascendió, en 2017, a 1,400 millones de personas. Es más probable que los trabajos temporales y precarios los ocupen mujeres y jóvenes (500 millones de ellos sobreviven con menos de dos dólares al día).
Además, muchas personas desempeñan trabajos peligrosos o perjudiciales para su salud. De acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo, más de 2.78 millones de trabajadores mueren cada año por accidentes laborales o enfermedades relacionadas con el trabajo: uno cada 11 segundos.
Oxfam hace un llamado a los gobiernos para equilibrar la balanza. “Deben poner límite a la influencia que ejercen los individuos muy ricos y las grandes empresas sobre las decisiones políticas” y promover una ratio salarial para que los directivos de las empresas “no ganen más de 20 veces el salario mediano de sus empleados, menos si se puede”.
También señaló la conveniencia de eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres, garantizar los derechos de las mujeres en el trabajo y terminar con todas las formas de trabajo precario.
La organización recomendó, además, garantizar que los más ricos paguen sus impuestos y aplicarles gravámenes más elevados, así como combatir la evasión y elusión fiscal. Se estima, dice el Informe, que un impuesto global del 1.5 por ciento a las fortunas de los multimillonarios permitiría escolarizar a todos los niños y niñas en el mundo.
Con información de Animal Político