En el cementerio de Roermond, en los Países Bajos, hay una tumba muy particular que llama la atención de los paseantes…
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La sorprendente imagen atrae la mirada y contagia romanticismo. Apodada “la tumba de las manos” (“graf met de handjes” en neerlandés), se trata de una de las sepulturas del antiguo cementerio de Roermond, Países Bajos.
Separadas por un muro, dos estelas se unen gracias a la escultura de dos manos entrelazadas. De hecho, se trata de una doble sepultura, la de un matrimonio que murió en el siglo XIX: Jacob Werner Constantin van Gorkum y Josephina van Aefferden.
El 3 de noviembre de 1842, el protestante Jacob Werner Constantin van Gorkum, entonces coronel de caballería, se casó con la católica Josephina Carolina Petronella Hubertine van Aefferden.
A la muerte de Jacob van Gorcum en 1880, fue enterrado en la parte protestante del cementerio de Roermond, contra el muro que divide la parte católica de la protestante. Sin embargo, cuando Josephina van Aefferden falleció ocho años más tarde, no pudo ser enterrada en la misma parte que su exmarido debido a la diferencia de confesiones, así que fue enterrada lo más cerca posible de su marido, pero al otro lado del muro, en la parte reservada a los católicos.
Las dos tumbas, colocadas a cada lado del muro que separaba los lados católico y protestante, disponían de unas lápidas lo suficientemente altas como para elevarse por encima del muro.
Finalmente, dos manos fueron talladas en la parte superior de las lápidas sepulcrales para que se encontraran en medio del muro. Un hermoso símbolo de unidad y eternidad.