La música de The Cranberries siempre estuvo llena de compromiso y furia pero también de una increíble ternura Dolores O’Riordan, voz sin igual, como tantos otros, se nos ha ido demasiado pronto. Empieza mal el 2018 para los amantes de la música y, en concreto, los de la música de los 90. Para todos los que fuimos adolescentes en aquellos años, una parte de nuestra primera juventud se ha ido con ella. Las redes sociales se han llenado de forma espontánea de canciones que la recuerdan.
Ha fallecido a los 46 años de forma repentina en Londres, víctima de complicaciones en una dolencia que ya arrastraba. Se encontraba en la capital británica para grabar nuevo material de estudio. De hecho, pensaba publicar próximamente un recopilatorio en el que se incluirían tres canciones inéditas grabadas en la Universidad de Limerick junto a la Irish Chamber Orchestra. No ha trascendido más sobre los detalles de su fallecimiento que comunicó el representante de la banda irlandesa hace unas horas de forma muy escueta.
Dolores O’Riordan encabezaba la mítica banda irlandesa The Cranberries que en 1993 consiguió el éxito y el reconocimiento mundial gracias a su canción “Zombie” y al impactante videoclip que la acompañaba. Se trata de un tema que crítica con dureza las consecuencias del conflicto en Irlanda del Norte. Fue compuesto como protesta por el atentado perpetrado por el IRA en la ciudad inglesa de Warrington en el que murieron dos niños, de tres y doce años.
La música de The Cranberries siempre estuvo llena de compromiso y furia pero también de una increíble ternura que se trasluce en temas como “Ode to my family”, “Empty” o “No need to argue”.
En 1996 el tema “Salvation” nos recordó la potencia de voz de Dolores, una canción que advertía sobre el peligro de consumir drogas y por la que acusaron a Dolores de sermonear a la gente. O’Riordan era pura energía sobre el escenario. Una potencia vocal única encerrada en un cuerpo menudo que también era capaz capaz de crear canciones de extraordinaria delicadeza vocal como “Dreams”, “Dreaming my Dreams” o “Linger”, tema este último que interpretó en uno de los conciertos de Navidad del Vaticano.
La irlandesa participó en varias ediciones de este evento navideño que organiza la Santa Sede en beneficio de los más necesitados. En una de esas visitas a Roma llegó a saludar a Juan Pablo II de quien se declaraba admiradora.
The Cranberries se separaron durante unos años pero volvieron a unirse en 2012 y publicaron un nuevo disco “Roses”, el sexto de su discografía. En 2017 anunciaron una gira por Europa y Estados Unidos pero el tour se suspendió por problemas de salud de O’Riordan. Se habló entonces de “razones médicas asociadas con un problema de espalda”.
Pese a que llegó a ser una de las mujeres más ricas de Irlanda gracias a su éxito musical y los más de 40 millones de discos despachados por su banda, lo cierto es que O’Riordan hizo frente a una dura infancia. En una entrevista confesó que fue víctima de abusos sexuales por parte de un vecino entre los 8 y los 12 años. De ahí que padeciera en su juventud depresión y anorexia, trastornos por los que pasó años en terapia. La irlandesa deja dos hijos que tuvo durante sus 20 años de matrimonio con el exmanager de la banda Duran Duran.