Dentro había un documento sobre la vida en 1777, escrito por un sacerdote español
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Durante una restauración rutinaria de un crucifijo del siglo XVIII, un equipo de restauradores españoles encontró un compartimento secreto en la parte trasera del cuerpo de Cristo, donde el corpus se conecta con la cruz. Dentro, encontraron dos trozos de papel, amarillentos y curvados por el tiempo y llenos de la escritura de un capellán católico, Joaquín Mínguez.
La escultura, llamada Cristo del Miserere, pertenece a la iglesia de Santa Águeda, en Sotillo de la Ribera, España, donde se exhibe desde poco después de su creación en 1777. Mínguez escribió sobre el escultor autor de la obra, Manuel Bal, y lo describió como “académico natural de San Bernardo de Yagüe y vecino en Campillo, ambos de este Obispado de Osma”.
En la web Gizmodo hay más información sobre el documento manuscrito:
Mínguez también cita varios acontecimientos de su tiempo, así como a regidores y al rey Carlos III (que reinó de 1759 a 1788). Menciona los cultivos que se trabajaban en la región, incluyendo “cosechas de trigo, centeno, cebada, avena”. Hizo una especial referencia al vino de la región de Aranda: “es muy numerosa su cosecha muchos años, tanto que en este tiempo se ha visto, por no coger en las bodegas, derramar mucho vino”. El capellán describe las desgracias habituales de su época, concretamente la malaria y la fiebre tifoidea, al tiempo que describe formas populares de entretenimiento, como “naipes, pelota, calva, barra y otros juegos pueriles”.