El país sudamericano le muestra al mundo todo el esplendor de estas flores ¡Cuántas sensaciones agradables después de contemplar una orquídea! No solo por una cuestión de fragancias, sino también por sus variedades, texturas y diversidad de colores. Son flores que no dejan a nadie indiferente, se adaptan a infinidad de lugares y sin dudas detrás de ellas hay todo un mundo maravilloso por descubrir.
Pero hoy hay un país en el mundo que bien sabe qué significa todo esto, pues por estos días se transforma en testigo protagonista, además de ser un país que ha experimentado fuerte vínculo con estas flores. Se trata de Ecuador, y más específicamente la ciudad de Guayaquil, que acoge hasta el 12 de noviembre la Conferencia Mundial de Orquídeas.
En esta oportunidad, exponentes de varios países del mundo exhibirán más de 40.000 plantas a lo largo de 30 stands.
Sin embargo, más atrás aún de todo esto, y de alguna manera promotor del “boom” de estas plantas en Ecuador, hay escondido un personaje bastante peculiar: el sacerdote salesiano Ángel Andreetta.
La labor de este cura proveniente de Italia se remonta a mediados del siglo pasado a través del cultivo, investigación y clasificación de las orquídeas en ese país. Gracias a él y sus expediciones fue posible descubrir cientos de especies que permanecían escondidas a los ojos del mundo.
No en vano, Ecuador tiene más especies de orquídeas registradas y descritas por taxonomistas que cualquier otro país: hasta el momento 4.200 especies, recuerda un reporte de El Universo.
En el año 1974 fundó la Asociación Ecuatoriana de Orquideología -algo que permitió genera unión entre todos los que se dedicaban al cultivo de forma individual- y un año después se transformó en promotor de la organizar la Primera Exposición donde participaron aficionados de Guayaquil, Cuenca y Quito, recuerda Revista Orquídea en el año 2012.
Unos años más tarde, prosigue la revista especializada, esta asociación se incorporó a la American Orchid Society, algo que terminó favoreciendo a que sus integrantes de Guayaquil y Cuenca participaran por primera vez de una nueva edición de la Exposición Mundial de Orquídeas realizada en Miami (EEUU) en 1984.
Incluso, ha sido tan influyente para el mundo de las orquídeas en Ecuador que hasta una especie de orquídea lleva un nombre en su honor: Scuticaria salesiana. La puedes ver a continuación:
La pasión por estas flores lo llevó también durante sus últimos años de vida, mientras estaba a cargo de la dirección de un internado salesiano, a conseguir una importante colección de orquídeas que guardaba en los viveros del lugar.
Debido a todo esto este cura fue proclamado “precursor de la conservación de orquídeas en Ecuador”, título que a esta altura no deja ninguna duda.
El evento que se desarrolla por estos días también será una excelente oportunidad de turismo para Ecuador, país que se convirtió en el tercer anfitrión latinoamericano pues Brasil (1996) y Colombia (1972) ya habían acogido esta conferencia internacional. Hoy el mundo tiene los ojos puestos en este país gracias a las orquídeas. Y es también un gran momento para recordar al cura que de alguna manera catapultó a Ecuador en todo esto.