El reportero apareció con vida, pero muy golpeado. Días antes de su desaparición había publicado un trabajo por el cual sufrió amenazas. Un jovencito al que ayudó había organizado una jornada de oración“¡Volví a nacer para seguir informando la verdad y luchar por mi país, Venezuela! Ando en resguardo”. Así lo escribió el periodista Jesús Medina durante la madrugada del lunes tras estar desaparecido desde el sábado a las 6:00 pm, no sin antes expresar públicamente su gratitud: “Gracias a Dios y a la Virgen, a todo el gremio de la prensa y en especial a todos los que lograron mi liberación con presión”.
2/2 Me torturaron y amenazaron con matarme.Volví a nacer para seguir informando la verdad y luchar más x mi país Venezuela ando en resguardo pic.twitter.com/CbZNxWWxMI
— Jesús Medina Ezaine (@jesusmedinae) November 7, 2017
Es uno de los muchos periodistas que han recibido persecución en la nación sudamericana, pero no cualquiera. Y es que apenas tres días antes de su desaparición había denunciado una serie de amenazas en su contra por publicar un reportaje que desnudaba la dramática situación de la cárcel de Tocorón.
El director ejecutivo del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, se pronunció a través de sus redes sociales, en las cuales realizó conexiones en directo para informar del caso. Entre otros, el experto en leyes posteó la aparición del reportero gráfico “golpeado y semidesnudo a las 11:20pm”.
#6nov apareció reportero gráfico @jesusmedinae en la autopista Caracas La Guaira golpeado y semi desnudo 11:20pm
— Alfredo Romero (@alfredoromero) November 7, 2017
Mientras que por su parte el Instituto IPYS realizó avances a través de su perfil venezolano en Twitter: @Ipysvenezuela para hacerse eco de la noticia, sumarse a la exigencia de una investigación profunda y añadir el caso a su monitoreo especializado.
Exigimos a las autoridades investigar este hecho, y garantizar la integridad de los periodistas | @jesusmedinae #7Nov https://t.co/wcEQIXEgm5
— IPYS Venezuela (@ipysvenezuela) November 7, 2017
El Colegio Nacional de Periodistas también se solidarizó con Medina, al igual que el Sindicato de Trabajadores de la Prensa. Aunque una de las acciones más conmovedoras fue la organización de una vigilia que se realizó este martes en la Plaza Francia de Altamira.
La razón fue el coordinador de esta comunitaria súplica a Dios: un jovencito de 15 años de edad, totalmente desconocido hasta que semanas atrás, lo hizo viral el reportero a través de publicaciones en sus redes sociales al fotografiar sus dibujos e informar que Mizael Silva vendía sus piezas de papel para comprar alimentos y poder sobrevivir.
@jesusmedinae con Misael, el niño que vende dibujos en el metro, cuya historia dio a conocer Jesus. Misael promovió una cadena de oración pic.twitter.com/NCyFtQab5T
— Beatriz Adrián (@Beadrian) November 8, 2017
Su mamá, una sobreviviente del cáncer, informó a Aleteia que iba a viajar a la vigilia, pero ya no para pedir por la aparición del reportero, sino “por acción de gracias a Dios por Jesús (Medina) y también por todas las personas que están desaparecidas y detenidas injustamente”. “Oraremos por Venezuela”, agregó.
Varias personas le compraron a Misael sus obras en el dia de hoy este es el niño que vende los dibujos para poder sobrevivir. pic.twitter.com/DwIzogKMF0
— Jesús Medina Ezaine (@jesusmedinae) November 2, 2017
De acuerdo con las cifras y reportes del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), la intimidación contra los periodistas es una práctica sistemática en Venezuela, donde se registran diversas formas de limitación a la cobertura periodística; así como una serie de agresiones a equipos de prensa de distintos medios de comunicación criollos.
Aunque la legislación venezolana contempla en sus garantías constitucionales la libertad de expresión y el acceso a la información, toda vez que están claramente consagrados en los artículos 56 y 57 de la Carta Magna, diversos organismos internacionales han podido constatar las dificultades para informar adecuadamente en la nación sudamericana.
La Constitución además defiende el derecho a la vida. Pero en la práctica, escribir algo que desnude las verdades incómodas del gobierno de Nicolás Maduro hace actualmente de la prensa en Venezuela “una profesión de alto riesgo”.