Las películas de terror y los programas de lo paranormal en televisión hablan de la “hora del diablo”. Dependiendo de la fuente, pueden estar refiriéndose al tiempo entre las 3 a.m. y las 4 a.m. o las horas entre medianoche y las 3 a.m. En cualquier caso, muchos aseguran que el diablo es más poderoso durante este periodo.
La idea parece haber surgido del conocimiento de que a Satán le encanta burlarse de Dios.
Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas nos dicen que Jesús murió durante “la hora nona”. Según los cálculos modernos, serían las 3 p.m. De acuerdo a esta idea, Satán da la vuelta al simbolismo según su concepción y se guarda para sí las 3 a.m., en mofa directa a Dios.
Otro motivo por el que esta hora se considera una fuente de actividad demoniaca inusualmente alta es el hecho de que está en mitad de la noche; el sol ya hace mucho que se puso y no amanecerá durante unas cuantas horas más.
La escritura se refiere en repetidas ocasiones a la noche y la oscuridad como un tiempo de pecado. Este concepto se resume perfectamente en el Evangelio de Juan: “En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas” (3,19-20).
También, Jesús fue traicionado por Judas durante la noche (a veces se piensa que a medianoche) y Pedro negó a Jesús antes del “canto del gallo” (en torno a las 6 a.m.). Esto supondría que el “juicio” de Jesús ante el Sanedrín sucedió durante la “hora del diablo”.
Hay un poco de biología operando aquí también, ya que las 3 a.m. marca el punto de sueño nocturno más profundo en el ciclo adulto normal de sueño-vigilia. Despertar o ser despertado en esa hora puede perturbar nuestros ritmos circadianos y hacernos sentir mal o estresados.
Muchos tienen la práctica personal de decir unas cuantas oraciones si se despiertan a las 3 a.m. Pero recordad que, independientemente del momento del día, Dios siempre es más poderoso que Satán, y sigue siendo la “luz del mundo” que destrozará cualquier oscuridad.