Con su trabajo en el turismo rural, una red de mujeres ha conseguido poner en valor el patrimonio cultural de su país El Líbano es una bellísima tierra que ha visto crecer y asentarse numerosas culturas. Con restos de la Edad de Piedra todavía hoy visibles, ahí han dejado su huella los fenicios, la civilización egipcia, Mesopotamia, los Persas, la civilización griega, los seleucidas, el Imperio Romano, la cultura árabe, los cruzados, los mamelucos, el Imperio Otomano… Sin embargo, en algunos momentos se ha visto sacudida por las guerras.
Contínuas guerras
En el siglo XVI fue ocupado por el Imperio Otomano. En 1860 un enfrentamiento entre drusos y cristianos provocó 12.000 muertos. Más tarde sería Protectorado de Francia hasta 1943, fecha en que el país se constituyó como Estado independiente. El 1958 estalló una guerra civil enfrentando a los musulmanes apoyados por el presidente egipcio Nasser y las fuerzas del gobierno libanés presidido por el cristiano Camille Chamoun.
En 1970, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se instala en Beirut, la capital, y comienza a atacar a Israel desde el sur del Líbano.
El ambiente se hace cada vez más tenso y finalmente, en 1975, comienza la guerra civil libanesa entre los pueblos cristianos maronistas, los musulmanes y sectores seculares de la población. Esta guerra se prolonga hasta finales de 1990. Quince años de matanzas y de una diáspora que hace que hoy haya millones de libaneses extendidos por los cinco continentes a causa del conflicto. En mayo de 2000, Israel retiró por decisión unilateral todas sus tropas del sur del Líbano.
En julio de 2006, sin embargo, se desata otra crisis con Israel. De aquella situación se ofrece un balance en cifras que alcanza los 1.271 muertos y los 550.000 desplazados, según datos de ACNUR. El país, en aquel momento, se encontraba destrozado económicamente y sin infraestructuras.
Desde entonces, cada cierto tiempo Líbano sufre ataques terroristas, los más importantes de los cuales se produjeron en noviembre de 2015, con 41 fallecidos y 200 heridos.
Cómo salieron adelante
Ante esta situación de incertidumbre y dificultades, muchas familias se preguntaron cómo salir adelante sin marcharse del país. La tasa de desempleo de la mujer en Líbano es del 94 por ciento. Llegó el momento de sacar fuerzas de la debilidad y aguzar el ingenio. Entre otras iniciativas, se emprendió la generación de una red de mujeres especializadas en el turismo rural en la zona.
La red Women in Rural Lebanon Areas Network se ha encargado desde abril de 2009 de llevar adelante un programa de capacitación que permite a la mujer sacar rédito de lo que la tierra libanesa puede ofrecer al turista. Por un lado, enclaves llenos de historia y por otro, artesanía así como productos de la tierra, todos ellos del área mediterránea: aceitunas, uvas, higos, verduras…
WRLAN ha desarrollado un programa de formación para que las mujeres puedan desenvolverse como guías turísticos en su propio pueblo y sepan organizar su pequeño comercio de restauración y alojamiento. Las clases se imparten en grupo pero el contenido adquiere forma personalizada (programas customizados, según Juliana Najem, responsable del proyecto) para que cada una de ellas sea capaz de valerse ante los turistas a la hora de explicar los monumentos de su localidad o zona, así como que pueda llevar a cabo la producción y venta de algunos objetos.
Autonomía profesional que ayuda al país
En el Líbano se puede encontrar cerámica, bordados, costura, esculturas… que responden a las tradiciones del país. Las mujeres rurales se han formado para ejercer como pequeñas empresarias, con el suficiente volumen de negocio para que sus familias puedan vivir con ello. Además, esta fórmula permite una mayor cohesión social, el empoderamiento de la propia mujer y la paz en territorios que hasta hace poco han sufrido.
En el caso de las mujeres que hoy trabajan como guías turísticas, todas ellas hablan árabe y algunas han aprendido inglés y francés para atender al visitante. Cuando consideran que su nivel de inglés o francés no es suficiente para establecer el diálogo con los turistas, se valen de unas fichas con la información pertinente.
La red consiguió formar a 37 mujeres a través de Al Tilal Institute en lo que puede considerarse la primera promoción. A ellas le siguen otras que ya pueden especializarse en ámbitos como el márketing, el patrimonio histórico-cultural o el conocimiento de las raíces cristianas del Líbano a través de sus iglesias.
De entre las rutas, una de las de mayor éxito es la de Byblos, una ciudad a 30 km de Beirut. La Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad y cuenta con 21 poblaciones cercanas que cuentan con algún motivo para ser visitadas por el turista internacional.
Las iniciativas de formación de la red WRLAN fueron premiadas en 2016 con el WISE (World Innovation Summit for Education) Award, por estar centradas en el empoderamiento de la mujeres y la creación de valor. Este es el vídeo (audio en inglés) ofrecido por la organización que otorga el premio, bajo el auspicio de la Qatar Foundation.