No todo es Lutero o CalvinoAl cumplirse este 2017 500 años de la reforma protestante muchos son los nombres que se recuerdan como protagonistas. Más allá de Lutero o Calvino, hubo muchas mujeres que jugaron roles muy decisivos. Sin ellas, el movimiento probablemente no habría logrado la misma popularidad.
Marta López, pastora de la Iglesia Protestante Barcelona Centro, destaca algunos nombres que cabe ilustrar, según ella, de la mano de la Doctora Lidia Rodríguez en un reciente artículo en la publicación Entre letras. López y Rodríguez pues, destacan a 4 mujeres protagonistas de la reforma, las cuales han sido silenciadas por la historia.
Katharina von Bora (1499-1552)
La también llamada doctora Katharina o Doctora Lutero, fue esposa de Martín Lutero. Había sido una de las monjas a las que él mismo había ayudado a huir del convento cistercense de Marienthron. Estuvo muy implicada en la vida intelectual de su época y era participante de las tertulias teológicas que se celebraban en su casa con otros reformadores. Se recuerda por su carácter emprendedor además de por estar también detrás de la impresión de buena parte de las obras de Lutero.
Marie Dentière (1495-1561)
Se trata de una monja agustina muy implicada en la vida política y religiosa de la ciudad Ginebra. Predicó contra el celibato y participó activamente en el cierre de conventos femeninos. Es la autora de la Muy Epístola, una carta dirigida a la entonces reina Margarita de Navarra en la que expresaba su rechazo a los roles que se daban a la mujer en la Reforma Magisterial, basados en un papel de esposa sumisa. Dentière defendió la igualdad de mujeres y hombres en la capacidad de interpretar las Escrituras y de reflexionar teológicamente. Sus opiniones y argumentos indignaron a protestantes y católicos. Sus textos fueron prohibidos.
Katharina Zell (1497-1562)
Se consideró a sí misma como “madre de la Iglesia”, y durante la Guerra de los Campesinos (1524-1525) organizó un servicio de acogida para los desplazados por el conflicto y atendió a cientos de víctimas. En su texto comentando el Padre Nuestro, comparó a Dios con una madre que conoce los dolores del parto, exigió el diaconado para la mujer y reivindicó la participación pública de las mujeres reformadoras. Sin embargo, debía firmar algunos de sus escritos con el nombre de su marido, Matthäus Zell, como pseudónimo para evitar la censura.
Argula von Grumbach (1492-1554)
Es la primera mujer en publicar una carta a favor de la Reforma. Proviene de una familia de la nobleza bávara. Exigió un debate público en alemán a la Universidad de Ingolstadt en una carta donde denunciaba la expulsión del joven Arsacius Seehofer, por haber difundido las enseñanzas de Lutero. Su carta no obtuvo respuesta, pero se reimprimió en Núremberg, Basilea, Augsburgo, Erfurt, Estrasburgo, Stuttgart o Leipzig. Su acción, sin embargo, le causó problemas con su familia y fue maltratada por su marido porque su defensa de las ideas protestantes llevó a que lo destituyeran de la prefactura local.