Las “Ollas Solidarias” mitigan el hambre, pero no son suficientes y tampoco consiguen los insumos… ¡Urge un canal humanitario!Las “Ollas Solidarias” son parte de las iniciativas emprendidas por Cáritas de Venezuela para contrarrestar el déficit alimenticio en los estratos más necesitados del país, especialmente entre los niños, adultos de la tercera edad y enfermos. Este programa inició oficialmente en febrero de 2017, con la Campaña Compartir que la Conferencia Episcopal Venezolana realiza todos los años al comenzar la época de Cuaresma.
Es la respuesta inmediata de la Iglesia para atender la desnutrición infantil, especialmente entre niños menores de 5 años, detectada con el primer boletín Monitoreo, Alerta y Atención en Nutrición y Salud (SAMAN), un estudio que desde 2016 realiza Cáritas de Venezuela con el apoyo de expertos y organismos internacionales. Se realizó los estados Vargas, Miranda, Zulia y en el Distrito Capital.
La Iglesia está consciente de que con ello no resolverán el problema del hambre en Venezuela, si el Estado no se sincera primero en la aceptación de este drama, y luego, permite un canal humanitario para el ingreso de alimentos y medicamentos.
Por eso, dada la imperiosa necesidad de mitigar el sufrimiento de muchos venezolanos por causa del hambre, el programa de Cáritas, bajo el lema: “Ollas comunitarias… aún queda mucho por hacer”, comenzó a desarrollarse en muchas iglesias y centros comunitarios del país. Sin embargo, cada vez son mayores los esfuerzo por conseguir los insumos para preparar las comidas y satisfacer la demanda también en aumento.
Experiencia en la Parroquia Universitaria
Una de estas experiencias de las “Ollas comunitarias” se cumple en la Parroquia Universitaria “Epifanía del Señor” de la Arquidiócesis de Caracas, a cargo del sacerdote jesuita Raúl Herrera y que ha involucrado a varios feligreses laicos.
El programa se adelantó a la iniciativa de Cáritas de Venezuela, y a la fecha lleva un año cumpliéndose cada 15 días, como respuesta a la necesidad de cientos de personas que se encuentran en situación de calle y buscan ayuda para poder comer.
“En los comensales queda claro que esta olla no es para resolver el problema de fondo sino para mitigar el hambre del día”, explicó el concejal de Caracas, Fernando Albán uno de los colaboradores del sacerdote en la Parroquia Universitaria.
“En cada jornada como la del domingo 3 de septiembre, se atienden más de 200 personas”, acotó, expresando que para mitigar el hambre de quienes asisten a esta iglesia “preparan más de 5 mil litros de sopa que contiene carne, pollo y verduras”.
“Atendemos a todos. Se les sirve sentados en la mesa. Eso sí, damos prioridad a los ancianos y niños, aunque garantizamos que todos coman”, dijo. “Asiste mucha gente joven, adultos, personas de la tercera edad y niños que vienen desesperados por no tener nada para alimentarse”, dijo con cierto lamento.
Durante la jornada del domingo, además del pan material les dieron “a estos hermanos” alimento espiritual e intelectual. “Estuvo la escritora Irene Campos, quien compartió con los niños el cuento de su propia autoría: La Oruga miedosa, dejando contentos a los chipilines, una vez que consumieron, tal vez, el único alimento del día”, dijo Albán.
Aumentó la desnutrición aguda
Susana Raffalli, coordinadora del programa SAMAN de Cáritas de Venezuela, adelantó recientemente parte del último estudio realizado por la organización hasta el 31 de julio pasado. La investigación –aunque no se ha publicado- reportó el incremento de desnutrición grave entre niños menores de 5 años, colocando estos índices en “escala de emergencia”, porque superaron en más de 11% la muestra anterior.
De igual manera, el estudio revela que 60% de 486 niños menores de 5 años de edad que pesó y midió Cáritas, tenía déficit nutricional, lo cual comienza a ser muy preocupante toda vez que no se conocen las cifras de otros estados más necesitados.